El Pentágono lanza un programa de reserva espacial civil que permitirá al Ejército estadounidense utilizar satélites de empresas privadas con fines militares, informa la revista especializada Defense One.
El programa garantizará que la Fuerza Espacial de EE.UU. pueda confiar en los sistemas espaciales de proveedores comerciales en "todo el espectro de conflictos", declaró al medio el coronel Richard Kniseley, director de la Oficina Espacial Comercial del organismo militar.
De acuerdo con el reporte, lo que impulsó la iniciativa fue la supuesta negativa del jefe de SpaceX, Elon Musk, en 2022 a comprometer los satélites Starlink en ataques contra las tropas rusas, cuando de repente decidió que no quería que su empresa participara.
Según Kniseley, el proyecto pretende que las compañías se unan voluntariamente a la reserva espacial y prioricen sus satélites para el Pentágono. Así, en cualquier momento, el Departamento de Defensa de EE.UU. podría decir a las empresas que dejen de prestar sus servicios a otros clientes, porque algunas de ellas venden sus servicios en el extranjero, potencialmente a un adversario. El funcionario afirmó que espera ver adjudicados los primeros de estos contratos a finales de año.
Este mes, The New York Times informó que los avances en las operaciones espaciales de Rusia y China obligan al Pentágono a acelerar sus capacidades de guerra espacial convencido de que Moscú y Pekín suponen una amenaza para sus satélites militares en órbita.