Un hombre de 20 años acusado de abuso sexual de una menor de 12 fue absuelto por la Justicia en España por entender que el vínculo se dio dentro de las costumbres de la comunidad gitana y que se trató de una relación "similar a la matrimonial" que contaba con la aprobación de las familias, publican medios locales.
El fallo fue decidido por la Audiencia Provincial de Ciudad Real, que tomó intervención en el caso luego de que la chica quedara embarazada de gemelos, ya que al ir al médico fue activado el protocolo de protección de menores y se procedió a la detención de su pareja.
La sentencia tomó en consideración un artículo del Código Penal español que excluye la responsabilidad en los casos en los que esté involucrada una persona de menos de 16 años que haya brindado su consentimiento, siempre que el mayor esté próximo en edad. También se debe considerar el desarrollo físico y psicológico del menor. En este sentido, se tuvo en cuenta un informe psicosocial que concluyó que la afectada no se sentía víctima de abuso o sometimiento sexual.
Por eso, el tribunal entendió que el vínculo fue "siempre consentido en el marco de una relación sentimental". Incluso, señaló que el acusado no sabía la edad exacta de su pareja y que recién se enteró cuando fueron al médico con motivo del embarazo.
Además, al emitir el fallo absolutorio, la Audiencia Provincial hizo hincapié en la importancia de respetar el entorno cultural y social del caso, por lo que entendió que ambos consideraban que su conducta se correspondía con la cultura gitana.
Antecedente y críticas
Esta no fue la primera sentencia que tiene en cuenta las características de la cultura gitana para juzgar a un acusado de abuso sexual a una menor de 16 años. El pasado lunes, la Audiencia Provincial de León había atenuado una pena contra un hombre que había dejado embarazada tres veces a una chica entre los 12 y los 15 años. En ese caso, la atenuante fue que la "cultura gitana las uniones de pareja se producen a edades muy tempranas".
Tras conocer este fallo, la directora general de Igualdad de Trato y No Discriminación y Contra el Racismo del Ministerio de Igualdad, Beatriz Micaela Carrillo, afirmó que la decisión judicial era "una absoluta vergüenza". "Y mucho más aludir a una supuesta costumbre inexistente para atenuar la pena. El Código Penal no excluye el amparo y la protección a los menores gitanos, de lo contrario se estaría defendiendo que abusar, agredir o violar a las niñas gitanas tiene pocas consecuencias legales", argumentó.
Por su parte, desde la Fundación Secretariado Gitano respaldaron la postura de Carrillo. Su directora general, Sara Giménez, afirmó que "en ningún momento la cultura gitana avala la comisión de ningún tipo de hecho delictivo", a la vez que aseguró que es "inadmisible que una atenuante se fundamente en una asociación que es incorrecta", ya que "los matrimonios a los 12 años no son un comportamiento que se pueda asociar a la cultura gitana, no es cierto".