Noruega y Finlandia consideran aceptable que las armas que suministran a Ucrania se empleen para lanzar ataques contra territorio ruso, afirmaron ambos Gobiernos.
El presidente finlandés, Alexander Stubb, ha asegurado que su Gobierno no impondrá condiciones al uso de las armas que su país está transfiriendo a Kiev. "Pongamos un ejemplo hipotético. Si al otro lado de la frontera hay fuerzas rusas desplegadas o depósitos de armas, no veo ninguna razón por la que las armas y municiones que donamos deban restringirse en esa zona", indicó Stubb.
La reacción de Oslo ha sido similar. "Сreemos que Ucrania tiene un derecho clarísimo en virtud del derecho internacional a atacar a Rusia dentro de Rusia como parte de la defensa de su territorio", declaró a NRK el ministro de Asuntos Exteriores noruego, Espen Barth Eide.
"De lo contrario, estaremos imponiendo a Ucrania una limitación que dificultará su victoria", añadió Eide.
Subiendo peldaños en la escalada
La semana pasada, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, instó a los países del bloque a levantar las restricciones sobre el uso de las armas suministradas a Ucrania contra objetivos militares rusos situados en el territorio internacionalmente reconocido del país euroasiático. Al mismo tiempo, aseguró que los miembros de la Alianza Atlántica "no serán parte del conflicto".
Por su parte, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, advirtió el martes a los miembros de la Alianza Atlántica que una escalada permanente del conflicto ucraniano conllevaría "graves consecuencias".
"Así que los representantes de los países de la OTAN, especialmente los de Europa, especialmente de los países pequeños, deberían ser conscientes de con qué están jugando. Deberían tener en cuenta que, por lo general, son Estados con un territorio pequeño y una población muy densa. Deberían tener en cuenta este factor, antes de hablar de atacar en la profundidad del territorio ruso. Son cosas serias, y estamos observando esto muy de cerca", manifestó el jefe del Estado ruso.