La Guardia Civil y la Policía Nacional de España desarticularon una organización criminal que introducía cocaína a ese país oculta en bolsas de ropa sucia, a través del Aeropuerto Adolfo Suárez de Barajas, en Madrid.
En la operación conjunta de estos dos cuerpos de seguridad, según informó este viernes el Ministerio del Interior de España, se han incautado 538 kilogramos de clorohidrato de cocaína y han sido detenidas cinco personas, dos de ellas eran empleados de una empresa que trabaja en la terminal aérea y eran los encargados de extraer la droga.
Los arrestados son cuatro hombres y una mujer, a quienes se les acusa por los delitos de tráfico de drogas, grupo criminal y blanqueo de capitales. Una vez presentados ante la Justicia, cuatro de ellos ingresaron en prisión y otro quedó en libertad con cargos.
La operación comenzó en agosto de 2022, cuando encontraron 20 kilos de cocaína en el interior de los sacos de la ropa sucia de un vuelo procedente de la ciudad de Guayaquil, en la provincia de Guayas, Ecuador.
En abril de 2023, fueron hallados otros 454 kilos de la misma droga, también ocultos entre ropa sucia, pero en esta ocasión en un vuelo procedente del aeropuerto de Viru Viru, en Santa Cruz, Bolivia. Esto representó la mayor incautación de cocaína que se ha hecho en España transportada en equipajes en un avión de pasajeros.
Llevada a un restaurante
Después del primer hallazgo, los oficiales enfocaron su investigación en varios empleados de empresas de limpieza que trabajan en el aeropuerto. Y tras la siguiente incautación, lograron identificar a los dos trabajadores responsables de extraer la droga de la terminal aérea.
Los investigadores también encontraron que estos empleados llevaban la cocaína en un camión hasta un restaurante que se encuentra cerca del aeropuerto, donde la ocultaban, con complicidad del dueño del local, quien, según las autoridades, era quien lideraba el grupo organizado.
El dueño del restaurante, detalla el Ministerio del Interior, tenía un colaborador, un empresario de Fuenlabrada, en Madrid, quien era el encargado de distribuir la cocaína a varias organizaciones dedicadas al tráfico de estupefacientes en España. De esta manera, los organizadores lograron dar con los receptores de los envíos.
Golpe a la organización
Con la investigación en marcha, en diciembre del año pasado, los agentes de las fuerzas de seguridad detectaron que los trabajadores investigados accedieron al aeropuerto fuera de su horario laboral, con el fin de extraer bolsas de ropa sucia procedente de un nuevo vuelo de Guayaquil.
Estos empleados fueron interceptados y en el camión se encontraron 62.784 kilos más de cocaína oculta en los sacos.
Después de esa intervención, se hicieron ocho allanamientos en domicilios de la Comunidad de Madrid, incluyendo el restaurante donde se ocultaba la droga. Entonces, se incautaron 30.000 euros en efectivo, 1.125 gramos de cocaína, tres armas de fuego cortas con diversa munición, una defensa extensible, siete vehículos alta gama, 10 dispositivos móviles, dos inhibidores de frecuencia, tres chalecos antibalas, un chaleco de la Policía Nacional, siete relojes de alta gama, documentos, entre otros objetos.