La escalada de tensiones entre Rusia y Occidente sobre Ucrania no significa que un conflicto global sea inminente, según el jefe del Estado Mayor de la Defensa del Reino Unido, el almirante Tony Radakin.
En una entrevista a Sky News con motivo del 80.º aniversario del desembarco aliado en Normandía en 1944, el máximo militar británico instó a "distinguir entre las amenazas realmente graves y profundas de finales de los años 1930" y el mundo que "se ha vuelto un poco más peligroso".
Abogó por "no utilizar un lenguaje suelto" que sugiera que el mundo está de alguna manera "en el umbral de una guerra mundial".
La entrevista fue pregrabada antes de que Estados Unidos y otros países miembros de la Alianza Atlántica aprobaran públicamente el uso por parte de Ucrania de sus armas para atacar en el interior de Rusia.
Aunque reconoció que Moscú "está haciendo avances tácticos en tierra", el alto militar británico se mostró "enormemente seguro" de que Kiev se impondría en el conflicto.
"Es una guerra de economías. Es una guerra de logística. Es una guerra de producción industrial. Es una guerra de voluntad política", argumentó.
"Están subestimando la gravedad de las reacciones"
Comentando el visto bueno de Occidente para los ataques al interior de Rusia, el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, advirtió el lunes a EE.UU. y sus aliados de los "errores de cálculo que podrían tener consecuencias fatales".
"Por alguna razón desconocida, están subestimando la gravedad de las reacciones que pueden recibir", dijo.
Por su parte, el presidente Vladímir Putin advirtió la semana pasada que los miembros de la OTAN deben "ser conscientes de con qué están jugando" y que una escalada permanente del conflicto ucraniano podría conllevar "graves consecuencias".