El primer ministro eslovaco, Robert Fico, herido el 15 de mayo en un ataque con arma de fuego, ha afirmado en un videomensaje que no cree que fuera un "loco solitario" el que llevó a cabo el intento de asesinato en su contra.
En su primera declaración pública desde el suceso, Fico dio las gracias al personal médico por haberle salvado la vida y declaró que espera reanudar al menos algunas de sus tareas a finales de este mes o principios de julio.
"Es hora de que dé el primer paso. Y ese es el perdón. No siento odio por el desconocido que me disparó. No lo demandaré y no exigiré indemnización por daños y perjuicios", expresó el primer ministro. "A fin de cuentas, está claro que no era más que un mensajero de la maldad y el odio político que una oposición políticamente fracasada y desilusionada ha desarrollado en Eslovaquia hasta alcanzar proporciones inmanejables", agregó.
En este sentido, aseguró que no tiene "ninguna razón para creer que esto fue un ataque de un loco solitario". Fico también cuestionó los esfuerzos de sus adversarios políticos —incluidos los medios de comunicación financiados por el multimillonario George Soros— por restar importancia a las implicaciones del intento de magnicidio.
"Quiero pedir a los medios de comunicación contrarios al Gobierno, especialmente a los que son copropietarios de la estructura financiera de George Soros, que no sigan por ese camino y que respeten no solo la gravedad de los motivos del intento de asesinato, sino también las consecuencias de ese intento", dijo.
Además, recordó que llevaba varios meses advirtiendo de la probable violencia política y criticó a las principales democracias occidentales por alimentar el odio y guardar silencio ante los ataques de la oposición.
Según el primer ministro, cabe esperar más violencia en Eslovaquia si las fuerzas de la oposición siguen su curso actual. "El horror del 15 de mayo, que todos ustedes pudieron ver prácticamente en directo, continuará, y habrá más víctimas", aseguró.
Fico afirmó que los partidos que gobernaron Eslovaquia de 2020 a 2023 hicieron todo lo que exigían las grandes democracias occidentales, incluido tratar a Rusia y China como "enemigos mortales". Las autoridades anteriores del país también "saquearon" los arsenales militares eslovacos para proporcionar armas a Ucrania, añadió. Tras volver al poder en octubre, el Gobierno de Fico detuvo dicha ayuda, causando molestia en la OTAN.
En su opinión, para Occidente ahora existe una "única opinión correcta", que el conflicto ucraniano continúe a "cualquier precio para debilitar a Rusia". "Cualquiera que no se identifique con esta única opinión obligatoria es inmediatamente tachado de agente ruso y marginado políticamente a nivel internacional", denunció el primer ministro eslovaco.