Se realizaron las primeras pruebas de la vacuna universal rusa contra todo tipo de cáncer en ratones y arrojaron buenos resultados.
Una vez desarrollada la tecnología, el fármaco correspondiente se creará individualmente para pacientes con tumores, informó Alexánder Guíntsburg, director del Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya de Moscú, al margen del Foro Económico Internacional de San Petersburgo, que se celebra en estos días.
Según informó el director del centro Gamaleya, la vacuna se desarrolló durante los últimos siete meses, en colaboración con varios centros oncológicos rusos, y financiado por el Gobierno nacional.
La vacuna no será preventiva sino terapéutica
Se trata de una vacuna terapéutica y no preventiva, que se administrará a enfermos de cáncer, basada en la tecnología de ARN mensajero (ARNm), empleada en las vacunas contra COVID, fabricadas por Pfizer y Moderna, indicó el experto al ser entrevistado por Gazeta.ru.
"Las vacunas preventivas son necesarias para las personas sanas y, en este caso, las tecnologías de ARNm funcionan peor, ya que producen más efectos secundarios. Pero, si una persona ya está enferma y lucha contra el cáncer, los beneficios de la tecnología de ARNm superan estos efectos secundarios", aclaró el científico.
Vacunas personalizadas, adaptadas al individuo
"A partir de biopsias de tumores, determinaremos qué mutaciones se han producido allí y, en base a estas mutaciones, utilizando programas nacionales originales, que se están desarrollando actualmente, para reconstruir el diseño del ARNm que codificará los péptidos necesarios para enseñar al sistema inmunológico a responder al tumor", explicó Guíntsburg.
De momento, el procedimiento para determinar el tipo de vacuna durará alrededor de un mes, un plazo demasiado largo según el científico, y señaló que su equipo está trabajando para reducir este período significativamente.
La vacuna experimental ya está funcionando en ratones. "Estamos probando la vacuna en ratones inoculados con melanoma. El día 15, que es cuando el sistema inmunológico empieza a funcionar, vimos una gran diferencia en el tamaño del tumor entre los animales vacunados y no vacunados", sostuvo Guíntsburg.