El Gobierno del presidente de Argentina, Javier Milei, aseguró que los asalariados comienzan a experimentar una recuperación del poder adquisitivo de sus ingresos, gracias a la desaceleración de la inflación que se registró en cuatro meses consecutivos.
A través de un comunicado oficial, el Gobierno 'libertario' aseguró que en abril se registró "la recuperación más significativa de los salarios reales privados de los argentinos desde el año 2009", aunque los datos en los que se apoyó fueron muy cuestionados.
Para dar a conocer el logro del programa económico, el Ejecutivo tomó el índice de Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), elaborado por la Secretaría de Trabajo de la Nación. Y los comparó con el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) para medir la inflación.
"Las cifras de abril evidencian un incremento del 16,1 % en los salarios, mientras que la inflación se situó en un 8,8 %. Esto implica que los sueldos están creciendo aproximadamente al doble de la inflación", aseveró la Casa Rosada.
Hasta ahí, las estadísticas muestran un incremento real del 6,7 % con respecto a los registros de marzo. Sin embargo, al comparar los datos dentro de un período más prolongado de tiempo se evidencia una importante pérdida del poder de compra de los trabajadores, una realidad que coincide con el cuadro recesivo de la economía y el consumo.
El sitio Chequeado analizó la información del Gobierno y consideró que la frase que habla de una "recuperación" es "engañosa".
"En abril de 2024 los salarios registrados cayeron un 20 % real con respecto a igual mes de 2023, mientras que si se toma como referencia el mes de noviembre (último antes de la asunción de Milei como presidente), la caída es del 11,4 %".
De acuerdo al informe, el incremento salarial registrado en los meses de marzo y abril, que muestra una reversión de la caída registrada entre diciembre y febrero, "no alcanza aún para volver a los niveles previos al cambio de gestión", concretado el 10 de diciembre pasado.
En su publicación, la Casa Rosada afirmó: "Los argentinos comienzan a experimentar una recuperación del poder adquisitivo de sus ingresos, gracias a la desaceleración de la inflación mensual heredada del gobierno anterior, la estabilidad de precios y la eliminación del déficit fiscal, que generaba incertidumbre sobre la solvencia del Estado".
Para el economista y director de la consultora CP, Federico Pastrana, el Gobierno "está mirando un indicador que no sirve", ya que el RIPTE "no refleja la realidad" de la dinámica salarial, afirmó. Para estudiar la evolución, recomendó tomar los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) junto al promedio de las negociaciones paritarias, donde empleadores y empleados acuerdan los incrementos de sueldo.
En una entrevista con Radio Universidad, Pastrana recordó que en diciembre los trabajadores sufrieron un deterioro del 11 %, tras lo cual los salarios inicialmente recuperaron el 40 % de esa contracción por una cuestión indexatoria relacionada con la inflación pasada. Pero después hubo "un estancamiento real" en marzo abril y mayo, en el marco de una política antiinflacionaria que utilizó a los salarios como ancla.