La extrema derecha más surrealista que ha visto la luz en España crece tras las elecciones europeas

Se Acabó La Fiesta, liderado por Alvise Pérez, ha sacado tres escaños sin presentar programa político, esparciendo bulos y con polémicas propuestas.

Las recientes elecciones al Parlamento Europeo dejaron en España una sorpresa relacionada con el auge de la extrema derecha en todo el bloque comunitario. Además del aumento de los diputados del ultraderechista Vox, otra fuerza de ese espectro ideológico logró representación en el Europarlamento.

Se trata de una coalición de electores denominada Se Acabó La Fiesta (SALF) encabezada por el activista y agitador Luis Pérez Fernández, conocido como Alvise Pérez, quien desde hace unos años se ha vuelto más popular por sus actividades en las redes sociales y por la difusión de bulos de todo tipo que ya le han llevado más de media docena de veces ante los juzgados.

SALF ha conseguido tres eurodiputados: el propio Alvise Pérez, Diego Solier Fernández y Nora Junco García, dos personas de las que no hay datos, no tienen actividad en redes sociales y no han participado en actos de campaña, entrevistas o ruedas de prensa.

¿Quién es Alvise Pérez?

Nacido en Sevilla hace 34 años, Alvise Pérez es licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración Pública. Ha estado relacionado con tres partidos del espectro ideológico de la derecha. Primero fue afiliado y voluntario del ya extinto Unión, Progreso y Democracia (UPyD); después fue jefe de Gabinete del grupo parlamentario de Ciudadanos en la Comunidad Valenciana; y más tarde comenzó a realizar activismo en el entorno de Vox.

A principios de este año anunció que se presentaría como candidato a las elecciones europeas a través de su propia formación. Asegura que su intención es denunciar todo el entramado corrupto que atenaza al país, a su juicio, en el que incluye a partidos políticos, jueces, empresas y medios de comunicación.

Otro de sus objetivos declarados es conseguir el aforamiento para poder seguir realizando sus denuncias sin miedo a ser perseguido judicialmente y otro más es meter en la cárcel a Pedro Sánchez, a pesar de que sobre el presidente del Gobierno no pesa ninguna denuncia o causa judicial.

Desde el año 2019 ha protagonizado diversas polémicas, todas ellas relacionadas con la difusión de información falsa.

Causas judiciales

La difusión de bulos reiterada que ha venido realizando en los últimos años le ha supuesto un puñado de denuncias. Hace tres años la Fiscalía le denunció por difundir durante un debate televisivo de las elecciones catalanas de ese año una prueba positiva de un test PCR de coronavirus del candidato socialista, Salvador Illa, que era falso.

A finales del año pasado le denunció el exsecretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, acusado en un caso de corrupción, por difundir varias conversaciones privadas suyas de Whatsapp.

Por la vía civil fue condenado en 2023 a indemnizar con 5.000 euros a la exalcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, por difundir la mentira de que había recibido un respirador en su casa durante la fase más dura de la pandemia, cuando esos insumos escaseaban para la población.

También ha sido denunciado por el entonces ministro de Transporte, José Luis Ábalos, por publicar dos fotografías suyas sin consentimiento cuando se encontraba en su casa; por la periodista Ana Pastor, por hostigamiento; por el secretario general de la asociación de consumidores Facua, Rubén Sánchez, por intromisión ilegítima en el honor; por un diputado socialista de Cuenca, por difamación por vincularle a un caso de corrupción; por otro líder socialista de Cuenca por acusarle de comprar votos, entre otros.

Tan solo el medio de comunicación dedicado a la verificación de datos y la detección de noticias falsas, Maldita.es, ha detectado 19 bulos difundidos por Alvise Pérez.

Propuestas políticas

Casi 800.000 españoles han votado a una fuerza que se ha negado a presentar un programa electoral, puesto que Alvise Pérez esgrimió que sería utilizado en su contra.

Su mensaje ha llegado a través de sus canales de Instagram, donde tiene más de 900.000 seguidores; de Telegram, con 513.000 suscritos; y de sus apariciones en canales mayoritariamente conspiracionistas de Youtube.

Ha hablado de fraude electoral -si bien no ha cuestionado los resultados que le han dado tres escaños-, ha desconfiado del voto por correo y ha lanzado sospechas sobre el recuento de sufragios.

Entre sus propuestas está la creación de la mayor cárcel de Europa para albergar a 40.000 presos; meter en prisión a los familiares de los delincuentes si se demuestra que se han beneficiado de dinero ilícito; introducir los trabajos forzosos como pena; acabar con el apoyo a Ucrania o la deportación masiva e inmediata de todos los migrantes que estén en situación irregular o tramitando su documentación.

Igualmente ha tocado los palos conspirativos, como las teorías sobre los efectos negativos de las vacunas contra el covid-19 o sobre los atentados yihadistas del 11 de marzo de 2024 en Madrid, sosteniendo que Francia y Marruecos estuvieron involucrados.

¿Quién le ha votado?

El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) dice que el votante medio de SALF es un varón de 40 años, el perfil de los seguidores de Alvise Pérez en las redes sociales.

Al parecer algo que habría motivado a algunos de sus votantes, los menos ideologizados, sería la promesa del sorteo entre sus seguidores de su sueldo público, más las dietas, como eurodiputado. Sin embargo, Alvise Pérez no ha aclarado si sus otros dos escaños harán lo mismo.

Como recoge un artículo del periodista Antonio Maestre, parece que la mayoría de los votantes de SALF han pretendido dar un toque de atención a los partidos políticos tradicionales, si bien casi todos estarían de acuerdo con la vinculación entre migración y delincuencia que hace Alvise Pérez y con algunas de las críticas económicas, como la relacionada con la inflación.