Tras más de un año de discusiones y evaluaciones de riesgos, los líderes del G7 han acordado proporcionar a Ucrania 50.000 millones de dólares mediante la confiscación de activos rusos congelados, informa Le Monde, citando a un funcionario francés familiarizado con el asunto.
Según los planes del G7, los fondos se destinarán a las necesidades de Kiev, pero no de forma gratuita, sino a través un préstamo de EE.UU. que se devolverá de los beneficios obtenidos de los más de 300.000 millones de dólares en activos rusos congelados, la mayoría de los cuales se encuentran en países de la Unión Europea. Se calcula que los ingresos procedentes de esos activos ascienden a entre 3.000 y 5.000 millones de euros (entre 3.236 y 5.394 millones de dólares) anuales.
De acuerdo con el funcionario francés, la decisión se anunciará durante la cumbre del G7 que se celebrará en Italia del 13 al 15 de junio. Señaló que el régimen de Kiev podría recibir estos fondos antes de finales de año.
Al mismo tiempo, hay preocupación por las consecuencias para la economía europea si las cosas no salen según lo planeado. "Si, por una razón u otra, los activos rusos se descongelan o los beneficios de los activos rusos no son suficientes para financiar el préstamo, entonces tendremos que considerar cómo compartir la carga [del préstamo], señaló el funcionario.
"Una burla al orden internacional basado en normas"
Mientras que la congelación de activos se practica frecuentemente, su confiscación tiene pocos precedentes y suele requerir una justificación legal suficiente. En este contexto, Doug Bandow, investigador senior del Cato Institute, un 'think-tank' con sede en Washington y exasesor del presidente estadounidense Ronald Reagan, señala que la confiscación de los activos rusos será "una burla al 'orden internacional basado en normas'", promovido por Occidente.
"De hecho, los acusadores occidentales, sobre todo EE.UU., han cometido crímenes igualmente costosos. Confiscar ilegalmente los activos de otra nación mientras se la critica por socavar el derecho internacional alimentaría el cinismo hacia las reclamaciones occidentales", escribió en un artículo para The American Conservative.
Esta opinión es compartida por la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, que indicó en abril que las propuestas para aprovechar los activos rusos congelados en beneficio de Ucrania corren el riesgo de "romper el orden jurídico internacional que se quiere proteger".
Búsqueda de depósitos alternativos y posibles represalias
Además, si los países occidentales dan ese paso, otras naciones fuera del círculo de los amigos de Washington se preguntarán qué le impide hacer lo mismo con ellos en caso de que sus intereses nacionales vayan en contra de las normas que los estadounidenses promueven en la arena mundial.
"EE.UU. sigue disfrutando de grandes ventajas económicas, ya que cuenta con los mercados de capitales más grandes, profundos y seguros del mundo, pero ese valor se basa en parte en la protección jurídica de los propietarios. La creciente tendencia de Washington a tratar los bienes de otros como armas motiva a buscar nuevos y mejores depósitos nacionales", dijo Bandow.
También existen preocupaciones por las represalias por parte de Moscú y, en este caso, los europeos corren el riesgo de sufrir más que el país norteamericano, ya que poseen la mayor parte de los activos rusos. Desde Rusia han advertido reiteradamente que la incautación de activos rusos en favor de Ucrania será "un robo directo" y que Moscú considerará como "ladrones" a los países occidentales que confisquen sus activos congelados y responderá con contramedidas "muy duras".
Cabe señalar que la presidenta del Banco Central de Rusia, Elvira Nabiúlina, declaró a finales de abril que la confiscación de activos rusos no afectará a la estabilidad financiera de Rusia. "En cuanto a la posible confiscación de nuestras reservas de divisas y oro: no tendrá ninguna repercusión en nuestra estabilidad financiera. Como hace tiempo que dejamos de operar con activos congelados, no los utilizamos", afirmó.
Al mismo tiempo, Nabiúlina aseguró que Rusia va a proteger sus "intereses legítimos" en materia de recuperación de activos congelados.