El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó este jueves la octava revisión del acuerdo entre el organismo y el Gobierno argentino, lo que permitirá "el desembolso inmediato de aproximadamente 800 millones de dólares", informó el ente financiero en su página web.
El FMI apuntó que tras esta nueva entrega, "el total de desembolsos en el marco del acuerdo asciende a unos 41.400 millones de dólares", al tiempo que esto permitirá respaldar "los esfuerzos de las autoridades por restablecer la estabilidad y fortalecer la viabilidad externa de Argentina".
Del mismo modo, el Directorio estimó que el plan que adelanta la administración del presidente Javier Milei está "firmemente encaminado, con todos los criterios cuantitativos de rendimiento hasta finales de marzo de 2024 cumplidos con márgenes".
Sobre esta base, los directivos decidieron aprobar "exenciones de incumplimiento para una nueva restricción cambiaria y múltiples prácticas cambiarias, en el contexto de cierta flexibilización de las restricciones al pago de dividendos".
Reforma fiscal y nuevo préstamo
Empero, el FMI consideró que "para mantener los sólidos avances" se precisa "mejorar la calidad del ajuste fiscal, iniciar pasos hacia un marco mejorado de política monetaria y cambiaria, e implementar la agenda estructural", así como "proseguir los esfuerzos para apoyar a los más vulnerables, ampliar el apoyo político y garantizar la agilidad en la formulación de las políticas".
El anuncio se produce un día después de las masivas protestas que signaron la aprobación en el Senado de la Ley Bases, con la que el Ejecutivo argentino pretende adelantar reformas estructurales orientadas a la liberalización de la economía. Entre otros puntos, el instrumento legislativo contiene un capítulo dedicado a la reforma fiscal demandada por el Fondo.
El martes, el ministro de Economía del país suramericano, Luis Caputo, adelantó que planea negociar un nuevo préstamo con el FMI. Y si bien no precisó la cantidad, se estima que resultará fundamental para levantar el 'cepo' que limita fuertemente las transacciones cambiarias.