Símbolo de amistad: cubanos muestran su interés por los navíos rusos que llegaron a la isla
Han pasado dos días desde la llegada de un destacamento de la Flota del Norte de Rusia a La Habana, y no cesa el flujo de cubanos que quieren visitar las embarcaciones. Los navíos arribaron a la isla este miércoles en una visita de amistad, tras realizar maniobras en el océano Atlántico.
A pesar de que este viernes la fragata Admiral Gorshkov no estuvo abierta al público, muchos cubanos fueron a la bahía de La Habana para ver los buques y el submarino de propulsión nuclear Kazán. Este sábado reabrirán las puertas de la fragata, que es una de las embarcaciones más modernas de la flota rusa: construida en 2006, tiene dos turbinas de gas y dos de diésel, que le dan una potencia de 65.000 caballos y una velocidad de 29,5 nudos. Además, fue el primer buque en ser equipado de forma operativa con misiles hipersónicos Tsirkón, que tienen un alcance de más de 1.000 kilómetros y una velocidad nueve veces superior a la del sonido.
Pero mas allá de las características técnicas que hacen de esta una embarcación muy interesante, para muchas de las personas que forman colas para visitarla es un símbolo de la amistad entre Cuba y Rusia y una muestra de soberanía. "Me gustaría y me gusta que las relaciones entre Cuba y Rusia siempre estén de buen ánimo", declaró a RT un cubano que llegó para ver la fragata y otras naves que forman parte del destacamento. Además, indicó que nunca antes había visto un submarino y quiso hacerlo.
Los miembros del destacamento naval ruso tuvieron oportunidad de visitar lugares históricos en la capital cubana, tras ser recibidos por la gobernadora de La Habana, Yanet Hernández Pérez, y por la Marina de Guerra Revolucionaria. En los próximos días debe concluir esta visita que, más allá de la estela de curiosidad, ha sido una prueba firme de amistad entre los dos países. En definitiva, una visita que cientos de cubanos van a recordar por el resto de la vida.