Este 14 de junio se cumplieron en Argentina 42 años del final de la Guerra de las Malvinas, un conflicto con el Reino Unido por la soberanía de las islas, que dejó profundas heridas psicológicas en las personas que defendieron su territorio y pasaron por experiencias traumáticas.
Actualmente, muchos de estos excombatientes intentan curar las heridas internas de la posguerra colaborando con historiadores y arqueólogos. Ayudan en los lugares donde ocurrieron las batallas, revisando y buscando objetos del pasado que reconstruyan la historia.
Según cuentan sus protagonistas, sentirse útiles les permite mitigar su estrés postraumático. Jugar a ser arqueólogo y a revivir las historias "ayuda muchísimo a sanar mentalmente", afirma Silvio Katz, uno de ellos.
Esta experiencia es la primera de este tipo en América Latina y se cree que aporta al bienestar emocional de quienes han pasado por experiencias extremas y traumáticas como es una guerra y revaloriza su rol como actores activos de la historia. De acuerdo con profesionales de la salud mental, la actividad arqueológica al aire libre tiene efectos psicológicos positivos. Excavar, buscar y encontrar parece reducir la ansiedad, mejorar la concentración, y disminuir los pensamientos negativos.
La idea de organizar una campaña arqueológica en escenarios de combates históricos e involucrando a veteranos de guerra surgió hace varios años. La de las Malvinas es la tercera experiencia de este tipo. Anteriormente, se llevó a cabo una similar en el terreno de la Batalla de la Vuelta de Obligado, un enfrentamiento acontecido en 1845, contra una flota anglofrancesa, crucial para la historia de Argentina.
Para los investigadores, la gesta de Malvinas de 1982 no está muy distante de lo que representó la Vuelta de Obligado, ya que ambas batallas son recordadas como actos en defensa de la soberanía e identidad nacional y hay coincidencias en los sentimientos de ambos soldados.
"Hay una experiencia común allí que permite, según nos cuentan los profesionales de la salud mental, poder elaborar y reelaborar ese trauma que causó la guerra de 1982, en este caso en relación a otros sujetos históricos que, en otro contexto y en otras circunstancias, vivieron algo muy similar", comenta el historiador Sebastián Ávila, miembro del Equipo de Arqueología Memoria de Malvinas.
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