El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ha visitado el interior de la fragata Admiral Gorshkov y la cubierta del submarino Kazán de la Flota del Norte de Rusia atracados en el puerto de La Habana. El mandatario expresó a los marineros rusos su agradecimiento por la oportunidad de visitar las embarcaciones.
Los tripulantes del destacamento militar ruso recibieron al presidente, que escribió unas palabras en el libro de visitantes de la fragata. "Es la expresión de los sólidos e históricos lazos de la amistad, hermandad y cooperación que existe entre nuestros pueblos, Gobiernos y Fuerzas Armadas. Agradecemos la oportunidad que nos han dado de visitar las naves del destacamento y las explicaciones tan amplias que nos han brindado. Encuentros como este fortalecen nuestras relaciones y vínculos amistosos", escribió el líder cubano.
"Impresionante y agradable tarde, incluso bajo la persistente lluvia. Bienvenidos, amigos de Rusia", escribió Miguel Díaz-Canel en su cuenta de X.
Mientras tanto, los ciudadanos siguen haciendo cola para ver de cerca las naves que llegaron a la isla este miércoles y permanecerán allí hasta el próximo lunes. Este sábado la fragata Admiral Gorshkov reabrió sus puertas a los visitantes después de una pausa el viernes. A pesar de la lluvia, cientos de cubanos llegan a la bahía de la capital para ver el submarino de propulsión nuclear Kazán o visitar la fragata, una de las más modernas embarcaciones de la flota rusa.
Aquellos que quieren visitar la fragata deben pasar una minuciosa revisión de seguridad después de la cual entran a la embarcación en grupos de 30 personas. En el helipuerto de la fragata los visitantes reciben una explicación sobre la nave y luego empieza el recorrido, que implica pasar por uno de los pasillos internos del barco para llegar a su parte delantera. Es un recorrido corto, pero es un paisaje desconocido para muchos y permite imaginar cómo es parte de la vida de los militares en el mar.
Además, en la cubierta se pueden observar algunas de las armas y parte de la tecnología que posee la fragata. Algunos de los visitantes más curiosos hacen preguntas a los marineros y también sacan fotos para llevarse un recuerdo de la amistad entre Cuba y Rusia. El recorrido no solamente permite estar encima de la embarcación y conocerla en su interior, sino que también ofrece un panorama diferente de la bahía de La Habana y una vista cercana de una de las grandes atracciones de este destacamento naval, que es el submarino Kazán.