Un grupo de antropólogos estadounidenses encontró signos de viruela en los restos óseos de dos niños pequeños enterrados en un cementerio del siglo XVI de la ciudad costera de Huanchaco, en el noroeste de Perú, lo que podría proporcionar información sobre las primeras enfermedades infecciosas relacionadas con la colonización europea en el país, informó este sábado la revista Archaeology News.
La viruela es una infección contagiosa causada por el virus variólico, que se puede transmitir fácilmente de una persona a otra a través de gotas de saliva. Esta afección puede dejar cicatrices permanentes en las personas que la padecieron, especialmente en la cara, los brazos y las piernas. En algunos casos, también puede provocar deformaciones e incluso la muerte.
De acuerdo con los científicos, es probable que la viruela llegara al noroeste de Perú con el conquistador español Francisco Pizarro y sus soldados a finales de la década de 1530. La enfermedad, señalaron, tuvo un efecto devastador en las poblaciones indígenas del país, puesto que provocó la pérdida de aproximadamente el 70 % de sus integrantes hacia 1620.
Los primeros casos de una afección causada por la viruela
Un nuevo estudio publicado en International Journal of Paleopathology reporta que en los esqueletos de dos niños (que se estima tenían unos 18 meses al momento de su muerte) se identificaron numerosas lesiones en las articulaciones de los hombros, muñecas, caderas, rodillas y tobillos.
Los daños detectados, semejantes a agujeros apolillados, presentan un patrón visto en los casos de osteomielitis variolosa, una infección en los huesos provocada por la viruela. Los autores de la investigación aseguran que estos hallazgos representan los primeros casos de osteomielitis variolosa en América del Sur, lo que resulta impresionante dado los numerosos brotes de viruela que tuvieron lugar después del contacto entre los grupos indígenas y los europeos.
Explican que la tasa de cambios esqueléticos en niños menores de 5 años que contraen la viruela varía entre el 5 % y el 20 %, por lo que se sugiere que algunos casos arqueológicos de esta enfermedad continúan sin identificarse. Por otro lado, descubrieron cruces de caña en las tumbas de los infantes, lo que indica que probablemente fueron bautizados y convertidos al cristianismo. Esto refleja los cambios culturales del colonialismo español alrededor de 1540.
La bioarqueóloga Khrystyne Tschinkel teorizó que los niños "vivieron con viruela durante algunas semanas", luego de que iniciaran los síntomas propios de la enfermedad, ya que "hubo tiempo suficiente para que los huesos se infectaran gravemente". Los datos demográficos del cementerio, asociado con una de las primeras iglesias coloniales construidas por los españoles entre 1535 y 1540, concuerdan con la documentación histórica de un descenso de la población indígena antes de 1580.
A pesar de que se conocen los mecanismos de cómo la viruela afectó a las antiguas culturas, los investigadores señalaron que faltan datos confiables acerca de epidemias víricas a pequeña escala y cómo estas afectaron a las poblaciones indígenas. "Si comenzamos a identificar más casos de estos, podemos comenzar a crear una mejor comprensión de cómo se propagaron las enfermedades y dónde ocurrieron los brotes durante el período colonial temprano", concluye Tschinkel.
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