En la localidad pakistaní de Madián, en el distrito de Swat, una turba enfurecida mató el jueves a un hombre al que algunos acusaron de quemar un ejemplar del Corán, informaron medios locales.
Según reporta AFP, la víctima había sido retenida poco antes por residentes locales, pero la Policía logró rescatarlo y llevarlo a la comisaría local para protegerlo.
Entonces una multitud de fanáticos religiosos, bajo presunta influencia de mezquitas locales, se concentró frente a la estación policial y la apedreó, exigiendo que el hombre les fuera entregado. "Para dispersar a la furiosa muchedumbre, la Policía hizo disparos de advertencia al aire, lo que caldeó aún más los ánimos. La muchedumbre arrolló a los agentes, sacó al hombre a rastras y lo golpeó con palos hasta matarlo", contó un informante.
Detalló esa fuente que en medio del linchamiento, los más fanatizados vertieron aceite sobre el cuerpo de la víctima y le prendieron fuego. Además, un funcionario confirmó que tras matar al presunto sacrílego, la turba apedreó a los policías y le prendió fuego a la comisaría y a un vehículo. Ocho personas resultaron heridas en los disturbios, informó la Policía.
Según reseña el medio, en Pakistán, cuya población es mayoritariamente musulmana y sigue a menudo interpretaciones extremas del islam, la blasfemia y otros 'actos sacrílegos' derivan cada tanto en linchamientos, perpetrados sin pruebas ni veredicto judicial.