El partido derechista italiano Liga, liderado por el viceprimer ministro Matteo Salvini, busca endurecer las penas para quienes recurran a vientres de alquiler. Se trata de una enmienda a un proyecto de ley propuesto por el partido gobernante, Hermanos de Italia, que convertiría la gestación subrogada en un "delito universal", es decir, punible incluso si se comete en el extranjero.
La primera ministra, Giorgia Meloni, prometió el año pasado ampliar la prohibición de la maternidad subrogada, vigente en Italia desde 2004, para penalizar a las parejas que busquen ese servicio en países donde es legal.
El proyecto de ley inicial ya fue respaldado por la Cámara Baja y ahora se debate en el Senado. La legislación sanciona el delito con una multa de 600.000 a un millón de euros (1.070.000 dólares) y pena de cárcel de tres meses a dos años.
Sin embargo, la Liga —que forma una coalición con los Hermanos de Italia— ha presentado una enmienda a la Comisión de Justicia del Senado en la que propone aumentar la pena máxima de prisión a diez años y la multa a dos millones de euros. Según un informe publicado por L'Espresso el sábado, el partido también ha pedido "el castigo de los funcionarios públicos que inscriban en el registro civil a los niños nacidos por gestación subrogada".
Salvini ha sido durante mucho tiempo un duro crítico de la maternidad subrogada, comparando a las madres que alquilan sus vientres con un cajero automático que produce bebés. Por ello, prometió luchar contra esta práctica que califica de "bárbara e inhumana".
Meloni, por su parte, comparó la práctica de la gestación subrogada con adquirir niños como "productos de venta libre".
Los detractores del proyecto lo consideran un ataque a la comunidad *LGBT, a cuyos miembros se les prohíbe también la fecundación 'in vitro' en Italia.
*El movimiento internacional LGBT está calificado como organización extremista en el territorio de Rusia y prohibido en el país.