Un fuerte incendio estalló este lunes en una fábrica de baterías de litio de Aricell en la ciudad surcoreana de Hwaseong, al sur de Seúl, cobrándose las vidas de al menos veinte empleados, que no lograron salir del edificio en llamas, informa Yonhap.
Los bomberos lograron controlar el fuego cuatro horas después de su inicio y entraron a la planta, donde descubrieron los cuerpos de una veintena de personas. Hasta aquel momento solo se sabía de un muerto, quien falleció en el hospital a causa de una parada cardiaca, y de tres heridos, uno de ellos con lesiones graves, mientras que 23 personas fueron dadas por desaparecidas, veinte de las cuales serían extranjeras. Se teme que el número de víctimas podría aumentar, ya que se han quemado las listas con el número de personas que trabajaban esta jornada.
Los videos del siniestro muestran pequeñas explosiones ocasionales entre las llamas causadas por la quema de baterías. La extinción del fuego en la fábrica, que contenía al menos 35.000 baterías, se complicó por el hecho de que las baterías de litio ardiendo son difíciles de extinguir con los métodos ordinarios. Un testigo informó de que el incendio se inició tras la explosión de una celda de batería. Sin embargo, aún no se ha establecido oficialmente la causa del siniestro, ocurrido en un edificio de hormigón armado de tres plantas, con una superficie total de unos 2.300 metros cuadrados.
El Gobierno surcoreano convocó una reunión de emergencia de la Jefatura Central de Medidas contra Desastres y Seguridad para minimizar los efectos del incendio. Por su parte, el presidente del país, Yoon Suk Yeol, dió instrucciones al ministro de Interior y Seguridad, Lee Sang-min, para que haga todo lo posible para buscar y rescatar a los desaparecidos y extinguir totalmente las llamas.