El polémico caso de las monjas clarisas de Belorado, en el norte de España, que han protagonizado el primer cisma en la Iglesia católica del siglo XXI, ha llegado a un punto de inflexión: deben abandonar el monasterio antes de los primeros días de julio o deberán enfrentarse a los tribunales, según ha informado este lunes el arzobispo de Burgos, Mario Iceta: "No son monjas, ¿qué hacen en un monasterio de clausura?", sostuvo el prelado, según recoge elDiario.es.
Las 10 hermanas fueron excomulgadas después de que el viernes pasado expresaran su "unánime e irreversible" decisión de abandonar la Iglesia católica para unirse a un autoproclamado obispo, excomulgado en 2019, que no reconoce a ningún sumo pontífice desde 1958.
En el fondo del enfrentamiento se encuentra un conflicto mucho más terrenal: la intención de las clarisas de vender unos inmuebles para lo que necesitaban el permiso de Roma, que no fue concedido.