Oran Knowlson, un niño de 13 años del Reino Unido que sufre de una forma grave de epilepsia, se ha convertido en la primera persona en el mundo en recibir un dispositivo neurotransmisor implantado en el cerebro destinado a controlar las convulsiones.
Una forma grave de epilepsia
Desde los tres años, Oran padece el síndrome de Lennox-Gastaut externo, una forma de epilepsia resistente al tratamiento que le provocaba convulsiones diarias. A veces en una jornada sufría cientos de sacudidas que a menudo le hacían perder el conocimiento y dejaba de respirar, por lo que necesitaba reanimación, recogió The Guardian este lunes.
El neuroestimulador Picostim, fabricado por la empresa británica Amber Therapeutics, fue implantado debajo del cráneo y envía señales eléctricas al tálamo, en lo profundo de su cerebro, lo que reduce sus convulsiones diurnas en un 80 %. Anteriormente, Oran necesitaba atención las 24 horas del día, ya que las convulsiones podían ocurrir en cualquier momento, y corría un riesgo significativamente mayor de muerte súbita e inesperada debido a la epilepsia.
Mejoría de la calidad de vida
El adolescente se sometió a la cirugía el pasado octubre como parte de un ensayo del hospital Great Ormond Street en colaboración con otras instituciones. "Para Oran y su familia, la epilepsia cambió por completo sus vidas y, por eso, verlo montar a caballo y recuperar su independencia es absolutamente asombroso. No podríamos estar más felices de ser parte de su viaje", comentó Martin Tisdall, neurocirujano pediátrico que dirigió el equipo quirúrgico.
La madre, Justine, afirma que su hijo ahora tiene una mejor calidad de vida. "El futuro parece esperanzador, cosa que ni se me hubiera ocurrido decir hace seis meses", manifestó. "Hemos visto una gran mejora, las convulsiones se han reducido y son menos graves", señala su madre. "Él cumplió 13 años y yo definitivamente ahora tengo un adolescente; él está feliz de decirme que no. Pero eso aumenta su calidad de vida, cuando puede expresarse mejor", agrega.
Un futuro prometedor
Los especialistas involucrados en el ensayo reclutarán a 22 pacientes para participar en una investigación completa. "Todos los días vemos los impactos de la epilepsia incontrolable que amenazan y limitan la vida. Puede hacer que la escuela, los pasatiempos o incluso simplemente ver un programa de televisión favorito sean completamente imposibles", subraya Tisdall.
"La estimulación cerebral profunda nos acerca más que nunca a detener las crisis epilépticas en pacientes que tienen opciones de tratamiento efectivas muy limitadas. Estamos entusiasmados de construir la base de evidencia para demostrar la capacidad de la estimulación cerebral profunda para tratar la epilepsia pediátrica y esperamos que en los próximos años sea un tratamiento estándar que podamos ofrecer", recalca el especialista.