En la rueda de prensa de WikiLeaks, el abogado de Julian Assange, Barry Pollack, afirmó que el periodista no tendrá ninguna restricción o prohibición sobre sus actividades y comunicaciones con los medios después de que el caso haya terminado.
"No hay absolutamente ninguna restricción sobre Julian, el caso contra él ha terminado. No hay orden de [guardar] silencio, no hay otras restricciones. Él podrá volver a la vida que elija para construir con Stella su familia", afirmó el abogado.
El abogado también aseveró que las negociaciones con las autoridades estadounidenses se habían prolongado por varios meses, pero que las partes recién pudieron llegar a un acuerdo hace unas semanas. Asimismo, indicó que, según los términos del acuerdo, EE.UU. no puede presentar cargos contra Assange basándose en lo ocurrido antes del mismo.
Previamente se había informado de que WikiLeaks habría eliminado todos los correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata (CND) de su plataforma, según reportes.
Como parte del acuerdo con el Gobierno estadounidense, Assange deberá devolver o retirar la información no publicada que posea personalmente o en el sitio web, así como presentar una declaración jurada que confirme su cumplimiento, en una medida contra potenciales futuras filtraciones.
La liberación
El periodista compareció ante un tribunal en Saipán, en las Islas Marianas del Norte (un territorio no incorporado de EE.UU.) y se declaró culpable de un solo cargo de conspiración para obtener y difundir información de defensa nacional. El fundador de WikiLeaks aseveró que nadie trató de sobornarlo, intimidarlo o coaccionarlo para que admitiera su culpabilidad.
Anunciando su veredicto, la jueza Ramona V. Manglona declaró que sentencia a Assange a la misma cantidad de años que ya ha pasado en la cárcel hasta ahora, sin el período de libertad vigilada. "Con este pronunciamiento parece que podrá salir de esta sala de tribunal como un hombre libre. Espero que se restablezca la paz", dijo.
El espinoso camino hacia la libertad
Assange fue recluido en la cárcel londinense de Belmarsh en 2019, luego de que el entonces presidente de Ecuador, Lenín Moreno, permitiera su arresto en la Embajada ecuatoriana en Londres, donde el periodista australiano había permanecido en condición de asilado durante siete años, desde junio de 2012.
En junio de 2022, el Reino Unido aprobó la extradición de Assange a EE.UU. En mayo el Tribunal Supremo británico determinó que Assange tenía derecho a apelar su extradición a EE.UU.
Si hubiese sido extraditado a EE.UU., Assange se habría enfrenado a 175 años de prisión por la publicación de cientos de miles de páginas de documentos militares secretos y de cables diplomáticos confidenciales sobre las actividades de Washington en las guerras de Irak y Afganistán.