El viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, afirmó que "Rusia hará todo lo posible por su defensa", y advirtió que, en caso de llegarse a un conflicto nuclear, los políticos occidentales que no podrán pasarlo sentados en búnkeres.
"Siempre hemos dicho que, si se llega al uso de armas nucleares en el campo de batalla, el escenario ulterior, el curso ulterior y el camino ulterior de la escalada serán muy difíciles de controlar. Debemos hacer todo lo posible para evitar que se llegue a ese punto, porque una guerra nuclear limitada y la victoria en ella, en mi profunda convicción, es imposible de asegurar ", señaló Riabkov, agregando que a pesar de eso las autoridades occidentales tienen otro punto de vista.
En este contexto, el diplomático advirtió que los políticos de Occidente "no podrán quedarse sentados en sus búnkeres, aunque se llegue a un enfrentamiento realmente serio". "Deben comprender que Rusia está decidida a hacer todo lo posible para garantizar, incondicionalmente, su seguridad y defenderse como país, como Estado", indicó.
Al mismo tiempo, Riabkov destacó que Occidente no comprende la gravedad de la situación y el creciente peligro de un conflicto nuclear. "Por eso la cuestión nuclear está cobrando cada vez más fuerza. La gente del otro bando, que en los últimos años se ha acostumbrado a limitarse a tontas y vacías acusaciones de que Rusia difunde desinformación y propaganda, no se molesta [...] con ninguna reflexión y contraargumentación, simplemente repiten lo mismo", sostuvo.
El diplomático también señaló que Rusia podría introducir en su doctrina nuclear cambios que detallen los escenarios en los que es posible recurrir al uso de las armas nucleares. Sin embargo, Riabkov calificó este tipo de armas como "el medio extremo y último de la lucha armada". "Probablemente llegará un momento en que se podrán introducir nuevos perfeccionamientos en la base de la política estatal, reflejando la experiencia, incluida la adquirida en el curso de la operación especial militar, cuando, llamemos a las cosas por su nombre, la vieja y clásica lectura anterior de la disuasión nuclear no funcionó correctamente", subrayó.