Las autoridades estadounidenses están negociando con Israel y el grupo libanés Hezbolá un acuerdo para prevenir una nueva guerra en Oriente Medio, informa The Washington Post citando sus fuentes.
El aumento de las tensiones en la zona fronteriza entre Israel y Líbano preocupa a las autoridades estadounidenses, deseosas de evitar un nuevo conflicto militar en una región ya marcada por la guerra del país hebreo en la Franja de Gaza, que ha dejado más de 35.000 muertos en el enclave palestino.
Según las fuentes, EE.UU. inició conversaciones de desescalada con ambas partes y busca resolver las discrepancias por la vía diplomática. Los esfuerzos estadounidenses están siendo dirigidos por Amos Hochstein, el principal asesor energético de la Casa Blanca, que ya fue mediador entre Tel Aviv y Beirut en 2022. Hochstein visitó Líbano en junio, y esta semana mantuvo conversaciones con el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant.
Las fuentes señalaron que Hezbolá ya ha puesto sus condiciones para las negociaciones con Israel, indicando que no aceptará la paz con Tel Aviv mientras haya guerra en Gaza. "Si se detiene en la Franja de Gaza, se detendrá también en el sur", afirmó un funcionario de la oficina de medios de Hezbolá bajo anonimato. Esta condición fue aceptada por las autoridades estadounidenses. Mientras tanto, Gallant señaló que "Israel quiere encontrar una solución que cambie la situación de seguridad en el norte", al tiempo que amenazó a Líbano con "devolverlo a la Edad de Piedra".
"Esto podría acabar bastante mal"
Los medios de comunicación estadounidenses indican que la guerra entre el Estado hebreo y Líbano podría tener graves consecuencias y provocar cientos de miles de muertos. Además, se señala que Hezbolá es un adversario más fuerte que Hamás y que Israel no podrá lograr una victoria rápida. "La sensación general es que esto podría acabar bastante mal. No servirá de mucho para restaurar la disuasión de las FDI", aseveró Heiko Wimmen, director del proyecto sobre Irak, Siria y Líbano del International Crisis Group, refiriéndose a un posible conflicto.
Sin embargo, las fuentes señalaron que existen preocupaciones de que, aunque Hezbolá cesara sus ataques, Israel no hiciera lo mismo y eliminara a los líderes del grupo, lo que podría llevar de nuevo a un enfrentamiento. Pese a estos temores, Harrison Mann, exmilitar de la misión en Oriente Próximo de la Agencia de Inteligencia de Defensa de EE.UU., considera que Israel "no lanzará una ofensiva hasta que tenga plena confianza en el apoyo de Estados Unidos", de manera que si Tel Aviv empieza una guerra contra Hezbolá será con la aprobación de Washington.