Escocia ha puesto a la venta por medio millón de libras (unos 630.000 dólares) una remota y pequeña isla situada en el extremo norte de las islas Summer. Conocida como Mullagrach, se trata de un territorio de cerca de 36 hectáreas, lleno de acantilados, numerosas aves y basta vegetación, y a solo 35 minutos en barco de tierra firme.
"Está formada por pastos ásperos y brezos salpicados de flores silvestres y una costa de playas rocosas, calas protegidas, cuevas y acantilados", afirma la consultoría inmobiliaria Galbraith Group, a cargo del negocio.
Sin bien suena como un lugar ideal y espléndido, quienes estén interesados en adquirir esta isla tendrán que lidiar con un inconveniente: la accesibilidad. Las condiciones meteorológicas no son las mejores y el mar suele embravecerse por las olas, sin olvidar las lluvias y los fuertes vientos del norte que pueden prolongarse semanas. Además, se deberá estar preparado para subir unas escaleras oxidadas y desvencijadas, que son la única forma de tocar el suelo de Mullagrach, detalla el diario Daily Mail.
La isla cuenta con una única cabaña, de "alta calidad y bajo impacto ambiental", construida por uno de sus anteriores propietarios. Ha sido diseñada y ubicada para resistir las condiciones climáticas y su techo revestido de brezo le permite integrarse en el paisaje. Está equipada con una estufa de leña, dos camas, paneles solares y un inodoro de compostaje exterior. Cuenta además con un sistema de recolección de agua de lluvia.
Lo único que no tiene es wifi porque uno de sus anteriores dueños consideró que adquirir la isla significaba respetar su naturaleza salvaje intacta. No obstante, se podría llegar a instalar este servicio y hacer otras modificaciones, como construir un muelle e incluso un helipuerto.
Phiddy Robertson, de Galbraith Group, afirma que "la naturaleza es la que manda" en la isla y, por tanto, de las condiciones meteorológicas depende su acceso, así que cualquier potencial comprador tendrá que ser paciente. "Si la naturaleza decide que el viento es demasiado fuerte o que el oleaje es demasiado fuerte, entonces no se puede desembarcar. Es una experiencia que te hace sentir humilde y que te hace sentir en la tierra, y que la hace tan especial", señala.
Mullagrach posee al menos 22 tipos de aves y más de 95 especies de plantas o flores. Asimismo, se pueden observar focas, marsopas, delfines y ballenas. Según Robertson, ha habido muchos interesados, incluso desde el extranjero, pero nadie será invitado a visitar el lugar si no está "bastante comprometido a comprarlo". Ella espera que sea alguien que quiera conservar y mejorar la vida silvestre y la vegetación y esté dispuesto a lidiar con los caprichos de la naturaleza.
Si te ha gustado, ¡compártelo con tus amigos!