La intensidad del fuego cruzado entre el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y la periodista opositora Vicky Dávila ha subido en las últimas horas, luego de que ambos intercambiaran acusaciones y señalamientos en sus redes.
"Tú no puedes meterte en mi cerebro para saber mis planes, como si lo intentan hacer tus financiadores en el cerebro de tus lectores", respondió a través de X el mandatario a la directora de la revista Semana, bastión de la oposición colombiana. En el escrito también negó que sus planes de Gobierno estuvieran "determinados por el cálculo de la ambición" o por la "codicia".
Con estas palabras el líder del Pacto Histórico refutó las afirmaciones de Dávila, que alertó en las redes sociales sobre los supuestos "peligrosos planes" del mandatario para "quedarse en el poder" y "acabar con la democracia y la libertad".
"Los colombianos están despertando y el 7 de agosto del 2026 cesará la horrible noche", escribió la periodista con referencia a la fecha en que el próximo presidente del país sudamericano debe asumir el mando.
En este duro intercambio de acusaciones, el presidente afirmó que Dávila —quien se ha perfilado como potencial candidata presidencial de la ultraderecha— es financiada por "un grupo económico", sobre el que no ofreció más detalles, cuya "tarea permanente" es calumniarlo "para hacer política de extrema derecha" con base en "la mentira y el miedo".
"El presidente no puede defenderse porque si no, es él el que ataca. La víctima cambia de lugar", agregó.
Estos comentarios los hizo en reacción a un video de casi cuatro minutos publicado por la periodista, en el que sostuvo que "Petro es una amenaza" y dijo que "se vienen días difíciles" y "turbios", sin especificar las causas.
Durante los casi dos años de la Administración de Petro, la revista Semana ha tenido una postura abiertamente opositora y ha estado al frente de la cobertura de los escándalos de corrupción, de supuesto financiamiento ilícito de su campaña o de compra de congresistas que han salpicado al Ejecutivo.
Por su parte, el jefe de Estado ha negado que esté envuelto en irregularidades administrativas o que haya recibido financiamientos ilegales mientras era candidato. Hasta el momento, las investigaciones no han determinado su incursión en ninguno de esos hechos.