Filipinas promete ser "implacable" en sus reclamos en el mar de la China Meridional

Tanto Filipinas como China reconocieron la necesidad de restaurar la confianza y mantener el diálogo.

Filipinas y China han mantenido este martes su primer diálogo formal en un intento de desescalar las tensiones desde la violenta confrontación del 17 de junio en el mar de la China Meridional. La reunión se celebró en Manila y se centró en consultas bilaterales sobre las aguas en disputa, en las que ambas partes mantuvieron "discusiones francas y constructivas" sobre la situación.

La subsecretaria del Departamento de Asuntos Exteriores de Filipinas, Maria Theresa Lazaro, manifestó ante el viceministro de Exteriores chino, Chen Xiaodong, que Manila será "implacable en la protección de sus intereses y defensa de su soberanía, derechos soberanos y jurisdicción en el mar de la China Meridional".

"Tomando nota de los recientes incidentes en el mar de China Meridional, ambas partes reconocieron que es necesario restablecer la confianza y crear condiciones propicias para un diálogo productivo y la interacción", anunció la Cancillería filipina en un comunicado.

Las dos delegaciones aprovecharon el encuentro para intercambiar posturas sobre el banco de arena Ayungin, que forma parte de las disputadas islas Spratly, y "reafirmaron su compromiso con la desescalada de las tensiones sin perjuicio de sus respectivas posturas". Aunque se mantienen "diferencias significantes", hubo un "avance sustancial" en el desarrollo de las medidas para gestionar la situación en el mar, destacaron desde Manila.

Asimismo, los países acordaron continuar sus conversaciones para encontrar "una solución mutuamente aceptable" y suscribieron un pacto para mejorar los mecanismos bilaterales de comunicaciones marítimas. También planean seguir abordando la cooperación marítima entre la Guardia Costera de ambas naciones y no descartan la posibilidad de organizar un foro académico sobre la cooperación científica y tecnológica en las investigaciones marinas.