Desde el inicio de la guerra de Israel contra Hamás el 7 de octubre, 12 funcionarios de la Administración de Joe Biden han renunciado en desacuerdo con las políticas de EE.UU. respecto a la Franja de Gaza y los palestinos, cuyas vidas y derechos humanos quedaron en un segundo plano ante el apoyo militar prestado al país hebreo.
La última renuncia tuvo lugar este martes. Maryam Hassanein dimitió de su puesto de asistente especial en el Departamento del Interior en rechazo al 'statu quo' de EE.UU. a lo largo de estos "nueve meses del genocidio de Israel en Gaza". "Como musulmana estadounidense, no puedo seguir trabajando para una Administración que ignora las voces de su diverso personal al seguir financiando y permitiendo el genocidio israelí de los palestinos", denunció.
En un comunicado conjunto, los 12 exfuncionarios de la Administración Biden declararon que la política del Gobierno estadounidense en el enclave palestino "es un fracaso y una amenaza para la seguridad nacional" de su propio país. Además de ser "moralmente reprobable" y "una clara violación del derecho internacional humanitario y las leyes estadounidenses", pone en riesgo a los propios estadounidenses tanto en el territorio nacional, como en el extranjero, explicaron.
"La cobertura diplomática de EE.UU. y el continuo flujo de armas hacia Israel han garantizado nuestra complicidad innegable en los asesinatos y la inanición forzada de la población palestina asediada en Gaza", escribieron los firmantes, quienes sostienen que las decisiones del Gobierno siguen "amenazado a los intereses de EE.UU. en toda la región" y ya han socavado su credibilidad a nivel mundial.
La "fallida política" de Washington "no ha hecho que los israelíes estén más seguros", pero sí "ha envalentonado a los extremistas mientras está siendo devastadora para el pueblo palestino, asegurando un círculo vicioso de pobreza y desesperanza", subrayaron. Por último, "los pasos en falso de la tinta de la burocracia estadounidense se han pagado con la sangre de hombres, mujeres y niños inocentes", mientras "la crisis humanitaria creada por el Gobierno israelí para los palestinos" va escalando rápido.