Israel aprobó el 25 de junio la incautación de 12.715 kilómetros cuadrados de tierras palestinas en la ocupada Cisjordania declarándolas estatales. El decreto fue publicado recién este miércoles y supone la mayor apropiación de terrenos palestinos desde los acuerdos de Oslo de 1993.
En lo que va de este año, el Gobierno israelí se ha apropiado de unos 23.700 kilómetros cuadrados del territorio de Cisjordania. Terrenos declarados como propiedad del Estado dejan de considerarse parcelas privadas de los palestinos ante la ley israelí, y a los palestinos se les impide hacer uso de las tierras que eran suyas. Además, Tel Aviv permite el arrendamiento de estas tierras únicamente a los ciudadanos israelíes.
Israel ha construido hasta la fecha más de 100 asentamientos en toda Cisjordania, desde suburbios totalmente desarrollados hasta pequeñas localidades, que albergan a más de 500.000 colonos judíos. Los tres millones de palestinos de Cisjordania viven bajo un régimen militar israelí sin que se vislumbre el fin de lo que los defensores de derechos humanos definen como 'apartheid'.
La ONG israelí Peace Now denunció que el primer ministro Benjamín Netanyahu y su ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, "están decididos a luchar contra el mundo entero y los intereses del pueblo israelí en beneficio de un puñado de colonos que reciben miles de kilómetros cuadrados como si no hubiera ningún conflicto político por resolver o guerra por terminar".
"Hoy les queda claro a todos que este conflicto no puede ser resuelto sin un acuerdo político que establezca un Estado palestino junto a Israel. Aun así, el Gobierno israelí opta por hacerlo difícil y distanciarnos de la posibilidad de lograr la paz y detener el derramamiento de sangre", concluyó la organización.