El representante del Ministerio de Exteriores de Rusia para los crímenes del régimen de Kiev, Rodión Miróshnik, ha denunciado este viernes en una rueda de prensa que, desde principios de año, ha aumentado el número de víctimas civiles en la zona de la operación especial militar debido al incremento del suministro de armas occidentales a Ucrania.
El alto diplomático detalló que, "del 1 de enero al 30 de junio de este año, al menos 2.547 personas sufrieron las acciones de los castigadores ucranianos": 2.082 sufrieron heridas de diversa gravedad y al menos 465 perdieron la vida.
"El aumento de víctimas civiles está directamente relacionado con el mayor suministro de armas occidentales a las Fuerzas Armadas de Ucrania y su uso deliberado en ataques contra objetivos civiles", indicó.
Asimismo, Miróshnik calificó de "genocidio" las acciones de Kiev contra niños rusos en los territorios cerca de la línea del frente. "Los militantes ucranianos están cometiendo acciones selectivas para matar a nuestros hijos", denunció, agregando que "los monstruosos asesinatos y atentados contra la vida de decenas de niños son perpetrados por combatientes ucranianos con el uso de armas occidentales".
Según el alto diplomático, todo esto tiene lugar en un contexto de "cínicas declaraciones de Occidente sobre lo mucho que se preocupa por la suerte de los huérfanos ucranianos supuestamente robados, pero que en realidad fueron rescatados por soldados rusos" para alejarlos de la zona de combate.