La Iglesia católica tendrá que pagar 76 millones de dólares estadounidenses (104 millones de canadienses) a los cientos de víctimas de abusos sexuales en el este de Canadá, comunicó a medios locales un bufete de abogados que representa a gran parte de las víctimas.
Las denuncias presentadas ante instancias judiciales desde la década de 1980 hasta ahora suman un total de 367. De esos procesos, 292 han sido aceptados, otros 65 desestimados y 10 están todavía pendientes.
Entre la mayoría de víctimas de abusos físicos y sexuales cometidos en la Archidiócesis de San Juan de Terranova (provincia de Terranova y Labrador) se encuentran los niños del Orfanato Mount Cashel, operado por la orden laica Christian Brothers. El escándalo, uno de los más sonados en Canadá, comenzó en 1987 con acusaciones contra un sacerdote, y luego contra otros implicados. Los reclamos llevaron al cierre del orfanato en 1990 y a la demolición de su edificio en 1992.
Nueve de los múltiples clientes del bufete dirigido por el abogado Geoff Budden murieron esperando que se resolvieran sus casos, según dijo a los medios.
La responsabilidad de la Archidiócesis de San Juan de Terranova se consolidó en 2021, cuando la Corte Suprema de Canadá rechazó un recurso de la Iglesia para apelar una decisión de un tribunal inferior. Así, las partes empezaron a negociar las sumas de las indemnizaciones, un proceso que se desembocó en el acuerdo judicial alcanzado este viernes.
El clero se ha estado preparando en los últimos años para el pago de indemnizaciones, que oscilan entre 40.300 y 623.000 dólares estadounidenses para cada víctima. Con este propósito, la Iglesia vendió propiedades en el este de Terranova, incluida la Basílica Catedral de San Juan Bautista en St. John's. También se iniciaron procedimientos de quiebra de la diócesis. Sin embargo, hasta el momento han reunido cerca de 33 millones de dólares, menos de la mitad del monto necesario.