El exjefe paramilitar Salvatore Mancuso ofreció nuevos detalles de un plan que gestaron políticos, empresarios y militares venezolanos, en contubernio con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en 2002 para asesinar al entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías y deponer todo su Gobierno, en un caso conocido como 'Operación Daktari'.
Según llamó a recordar Mancuso en una entrevista concedida a un medio venezolano, "en esa operación hubo complicidad, abrigo y resguardo de las autoridades", concretamente de los municipios El Hatillo y Baruta, cuyos alcaldes Alfredo Catalán y Henrique Capriles, junto al para entonces gobernador del estado Miranda (centro), Enrique Mendoza, habrían amparado la acción sediciosa.
Del lado militar, los implicados habrían sido "Ovidio Poggioli, general de División; Jesús Farías Rodríguez, coronel de la Guardia Nacional, Yael Contreras Rangel, coronel; Rafael Farías Villasmil, capitán del Ejército y sobrino del coronel Jesús Farías", al tiempo que del sector empresarial mencionó a Gustavo Zingg Machado y Robert Alonso, propietario de la finca donde recibían entrenamiento los captados para la operación.
También habrían participado los diputados de ese entonces Oswaldo Álvarez Paz y Rafael Marín, pertenecientes a la clase política tradicional que fue desplazada del poder con el ascenso de Chávez.
La 'Operación Daktari' estuvo comandada por Misael Valero Santana, alias 'Comandante Lucas', quien fue capturado en Venezuela junto a 157 paramilitares antes de concretar sus objetivos. Además de la muerte del mandatario durante una cena con banqueros, la agenda incluía la toma de instalaciones estratégicas y el bloqueo aeronaval del país.
"Un grupo de paramilitares de ese comandante, alias 'Lucas', que fue creo que el primer registro del que se tiene historia, que contratan y va como un grupo mercenario a hacer el primer atentado de derrocamiento contra el presidente Hugo Chávez. La idea era asesinarlo, eso era lo que estaban pidiendo", redondeó Mancuso.