El rival chino de Tesla construirá una planta de 1.000 millones de dólares en este país
El mayor fabricante de coches eléctricos del mundo, la empresa china BYD, este lunes firmó un acuerdo con Turquía que prevé la construcción de una planta de 1.000 millones de dólares en este país. Detrás de esta operación hay el esfuerzo de eludir los nuevos aranceles de la UE.
La ceremonia de suscripción tuvo lugar en Estambul, donde el director ejecutivo de BYD, Wang Chuanfu, y el ministro turco de Industria y Tecnología, Mehmet Fatih Kacir, firmaron el acuerdo ante la presencia del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan. El ministro señaló que "esta decisión de inversión, fruto de las intensas negociaciones que llevamos a cabo desde nuestra visita a China en diciembre, demuestra que Turquía es un polo de atracción para las inversiones mundiales" y agregó que su país "es la puerta de entrada al mercado europeo a través de la Unión Aduanera".
Al mismo tiempo, Kacir contó que, según el acuerdo, en Turquía se construirá una planta capaz de producir 150.000 vehículos al año, así como un centro de investigación y desarrollo. Se espera que la planta empiece a funcionar en 2026 y dé empleo a unas 5.000 personas.
Con el inicio de la fabricación de los vehículos en Turquía, el país se convertirá en un punto de conexión entre China y la Unión Europea, suministrando vehículos chinos sin aranceles altos, ya que gozarán de un acceso beneficioso a la comunidad en virtud de la Unión Aduanera. La suscripción del acuerdo tuvo lugar varios días después de que el bloque europeo impusiera aranceles adicionales de hasta el 38 % a los vehículos eléctricos chinos, argumentando que las subvenciones estatales chinas perjudican la competencia justa entre las empresas del país asiático y las europeas.