Israel habría ordenado abrir fuego contra soldados propios para que no fuesen secuestrados

Al parecer, se ordenó a las FDI que aplicaran la directiva 'Aníbal' en lugares donde el 7 de octubre se presumía el traslado de rehenes.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) habrían autorizado ataques contra sus propios soldados, y posiblemente civiles, para impedir que militantes de Hamás los llevaran a Gaza como rehenes, reveló el periódico israelí Haaretz, que cita documentos oficiales a los que tuvo acceso.

El 7 de octubre de 2023, día en el que los militantes palestinos atacaron asentamientos, bases militares y puestos de control israelíes, las FDI habrían recibido la orden de aplicar la directiva 'Aníbal', que instruye el uso de la fuerza contra sus propios soldados para evitar que sean tomados y sometidos a cautiverio.

El rotativo afirma que la opción 'Aníbal' se aplicó en tres instalaciones del Ejército infiltradas por Hamás, poniendo potencialmente en peligro también a civiles. Una de esas ocasiones habría ocurrido en el paso fronterizo de Erez, donde las FDI recibieron órdenes reiteradas de atacar la zona y el puesto militar con drones, a pesar de la presencia de rehenes. El mismo protocolo se aplicó en los puestos de control militar de Reim y Nahal Oz.

El medio especifica que durante aquella sangrienta jornada, la División de Gaza habría recibido una orden del Mando Sur en la que se establecía que "ni un solo vehículo puede regresar a Gaza". 

"Todo el mundo sabía para entonces que esos vehículos podían transportar civiles o soldados secuestrados", dijo una fuente. "No hubo ningún caso en el que se atacara a sabiendas a un vehículo que transportaba a personas secuestradas, pero en realidad no se podía saber si las había en un determinado vehículo. No puedo decir que hubiera una instrucción clara, pero todo el mundo sabía lo que significaba el no permitir que ningún vehículo regresara a Gaza", añadió.

Además de autorizar que se atacara a todos los vehículos con dirección a Gaza, las FDI empezaron a saturar la zona fronteriza con fuego de morteros. "La instrucción pretendía convertir el área alrededor de la valla fronteriza en una zona de exterminio, cerrándola hacia el oeste", dijo un informante.

Aunque más de 1.100 israelíes fueron asesinados el 7 de octubre y unos 250 fueron trasladados a Gaza como rehenes, no está claro si alguno de ellos murió por fuego israelí o como consecuencia de esas órdenes.