El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, condenó este lunes el atentado que sufrió el expresidente de EE.UU., Donald Trump.
"Desde luego que es algo reprobable, nada que signifique violencia se puede justificar. La violencia es irracional y no ayuda, no resuelve, no beneficia; al contrario, la violencia enrarece el ambiente político y produce miedo, desconfianza, además es muy inhumana", afirmó el mandatario durante su habitual conferencia de prensa.
"En las contiendas nos podemos dar trato de adversarios a vencer, no de enemigos a destruir, por eso condenamos este hecho", agregó luego de que el pasado sábado un francotirador le disparara a Trump durante un mitin que realizaba en Pensilvania como parte de su campaña para volver a la Casa Blanca.
López Obrador destacó que el Gobierno mexicano fue el primero que se manifestó públicamente para repudiar la agresión contra el candidato presidencial republicano, a pesar de que en ese momento todavía no se tenía información precisa sobre lo ocurrido.
También detalló el momento en el que se enteró de la noticia mientras realizaba una gira con la presidenta electa, Claudia Sheinbaum.
"Ella en su teléfono vio la imagen todavía inicial y ya buscamos más. Eran los primeros minutos y vimos que era pánico y me tocó ver, observé en el primer video que el expresidente Trump antes de ir al suelo se tocó la oreja", explicó.
Incertidumbre
"Reprobamos este atentado, afortunadamente no asesinaron al expresidente, sí a otra persona y al tirador. Todo muy lamentable", dijo López Obrador al recordar que México ya vivió similiares momentos de "incertidumbre y tristeza" en 1994, cuando asesinaron al candidato presidencial Luis Donaldo Colosio.
En ese sentido, subrayó la importancia de entender que en las contiendas electorales se debe respetar el derecho que tienen los ciudadanos para elegir a sus gobernantes de manera libre y en paz.
Por otra parte, descartó que el atentado pueda tener algún tipo de impacto en México.
"Afortunadamente no se asesinó al expresidente, eso a lo mejor sí nos hubiese afectado, hubiese generado mucha incertidumbre en Estados Unidos y en el mundo, eso es algo aterrador y de mucho impacto, es una convulsión", advirtió.
Recordo, además, que EE.UU. ya ha vivido este tipo de convulsiones políticas con los asesinatos del presidente John F. Kennedy (1963), el senador Robert Kennedy (1968) y el activista Martin Luther King (1968), y el atentado contra el expresidente Ronald Reagan (1981), entre otros casos.