Cientos de manifestantes salieron a las calles de Bangladés para exigir igualdad de acceso a los empleos del sector público, reporta AP. Los estudiantes que encabezaron las protestas prendieron fuego a la televisora estatal tras la aparición pública de la primera ministra de la nación, Sheikh Hasina, quien prometió justicia para quienes fallecieron en los disturbios de esta semana.
Violencia en las calles
A pesar de que Hasina condenó el asesinato de los manifestantes e insistió en la necesidad de castigar a los responsables, la violencia se apoderó de las calles y al menos 18 personas murieron este jueves, además de siete ciudadanos que fallecieron a principios de esta semana.
Nuevos enfrentamientos y conflictos estallaron en varias ciudades del país a lo largo de esta jornada. "Pasamos toda la noche repeliendo el ataque de los manifestantes", dijo a AFP un subcomisario de policía, agregando que los agentes finalmente lograron dispersar la multitud con balas de goma y gases lacrimógenos.
Por su parte, quienes lideran las protestas no planean rendirse y aspiran a conseguir sus objetivos. "Continuaremos con nuestras protestas hasta que se cumplan nuestras demandas, incluida la reforma del sistema de cuota", destacó un manifestante, citando por Al Jazeera, quien añadió que también piden que los campos universitarios estén libres de terrorismo y castiguen a los responsables de las muertes en las movilizaciones.
Las protestas, que se han registrado casi a diario este mes, exigen poner fin al sistema de cuotas para los lucrativos empleos gubernamentales que reserva más de la mitad de los puestos de servicio civil para grupos específicos, incluidos los hijos de los veteranos de la guerra de liberación de Bangladés contra Pakistán en 1971 que respaldan a Hasina, quien ha gobernado el país desde 2009. "Están protestando contra el carácter represivo del Estado", sostuvo Mubashar Hasan, un experto en política del país. "Los manifestantes cuestionan el liderazgo de Hasina y la acusan de aferrarse al poder por la fuerza", añadió, asegurando que "los estudiantes, en realidad, la llaman dictadora".