El Departamento de Defensa de EE.UU. 'castigó' al fabricante aeronáutico Lockheed Martin con retenciones de pagos durante un año por el incumplimiento del cronograma de entregas de los cazas polivalentes F-35 con su modificación actualizada TR-3.
Los suministros estaban congelados desde julio de 2023 y, aunque se han reanudado recientemente, "aún hay retenciones", confirmó el máximo responsable de adquisiciones de la Fuerza Aérea, Andrew Hunter. "Como no se ha entregado todo lo que contratamos, el pago tampoco está completo", sostuvo en una sesión informativa con periodistas.
De acuerdo con la revista Breaking Defence, la causa de la demora se relaciona con la actualización de la modificación TR-3. Si bien el 'hardware' estaba en condiciones de entrar en producción el año pasado, los aviones terminaron embargados por fallas en el 'software'. Ahora que Lockheed considera superadas las dificultades, espera entregar "entre 75 y 110 aviones en la segunda mitad de 2024, principalmente en la configuración TR-3".
Como los aviones no entregados iban acumulándose, ahora el Departamento de Defensa los acepta con un 'software' que solo permite su utilización en entrenamientos, según el medio. Se desconoce cuántas aeronaves se vieron afectadas por la suspensión de las entregas, pero podrían llegar a 124 unidades para fines de junio de 2024, estimó la agencia Bloomberg.
Además de la retención de los pagos, la Oficina de Programas Conjuntos del F-35 (JPO, por sus siglas en inglés) comunicó que Lockheed había perdido 60 millones de dólares en honorarios por su trabajo en la TR-3. La actualización, prevista para abril de 2023, supera en aproximadamente 1.000 millones de dólares el monto originalmente presupuestado.