La guerra económica de la UE contra Moscú provocó una emergencia en el velero ruso Shtandart que representa una réplica de un buque de guerra construido por orden del zar Pedro I de Rusia en 1703 para defender la ciudad de San Petersburgo.
Jean-Paul Hellequin, líder de la asociación gala Mor Glaz que se dedica a ayudar a los marineros, denunció que la embarcación sufre escasez de agua potable mientras le impiden atracar en un puerto francés por las sanciones unilaterales impuestas por Bruselas. En ese contexto, reiteró a RIA Novosti que "ninguna autoridad de ningún Estado tiene derecho a prohibir que un buque entre en un puerto para aprovisionarse".
Debido a las restricciones, la fragata no pudo participar en el festival de veleros históricos en Francia. Su tripulación consta de voluntarios de distintos países, incluidas varias naciones europeas, Estados Unidos e Israel.