Después del escandaloso partido que Argentina perdió 1-2 contra Marruecos en el debut en los Juegos Olímpicos de París, el técnico del combinado olímpico sudamericano, Javier Mascherano, denunció que su delegación había sufrido un robo antes del encuentro.
"Ayer entraron al entrenamiento y nos robaron. A Thiago Almada le faltó un reloj y anillos en un entrenamiento en los Juegos Olímpicos, no quisimos decir nada, ya está", reveló ante los periodistas. "Después todo el tiempo te están pidiendo la credencial o a personas de la delegación no las dejan entrar al vestuario", agregó, criticando a la organización del torneo.
Arbitraje y seguridad en la mira
El arbitraje y la seguridad del encuentro estuvieron en el centro de los dardos de Mascherano. Cuando Cristian Medina empató en el minuto 16 del tiempo adicional un partido que los marroquíes venían ganando desde el minuto 46, aficionados del equipo africano empezaron a lanzar petardos y otros objetos contra los jugadores argentinos, que estaban celebrando. Instantes después varios hinchas marroquíes invadieron el campo de juego.
El árbitro sueco Glenn Nyberg decidió entonces suspender el partido y mandó a los jugadores al vestuario a la espera de una decisión oficial sobre su reanudación.
Tras una pausa de casi dos horas, el partido se reanudó a puerta cerrada, pero con el gol de Argentina anulado por decisión del VAR por fuera de juego. Los tres minutos adicionales terminaron sin goles, por lo que el encuentro se saldó con victoria de los magrebíes 1-2.
"No es un torneo de barrio"
"Es el circo más grande que vi en mi vida", expresó al respecto Mascherano. "Lo que pasó adentro de la cancha fue un escándalo. No es un torneo de barrio, son los Juegos Olímpicos. Se paró el partido siete veces, no me pasó nunca como jugador que falle siete veces la seguridad en un partido de este nivel. Tenés que tomar una decisión a la tercera vez que entran", aseveró.
"No tengo una explicación para darles a los jugadores, no sé qué pasó. Es un papelón", concluyó.