La NASA informó este jueves que el róver Perseverance recolectó el pasado domingo una nueva muestra de roca marciana mientras exploraba el borde norte de Neretva Vallis, un valle fluvial de 400 metros de ancho formado por el agua que se precipitó hacia el cráter Jezero hace miles de años.
El explorador marciano ha estado recolectando y almacenando rocas y regolito en el cráter Jezero, ubicado en el borde occidental de la llanura Isidis Planitia, al norte del ecuador de Marte. Se piensa que esta depresión topográfica de 45 kilómetros de diámetro estuvo cubierta de agua y pudo haber albergado el delta de un río. La información allí recopilada podría revelar evidencias del pasado húmedo del planeta rojo.
¿Nueva evidencia de vida en Marte?
La nueva muestra ha sido denominada 'Cataratas Cheyava' (en honor a una cascada situada en el Gran Cañón del Colorado, en EE.UU.), y es un trozo de roca de un metro de ancho por 0,6 de alto. El fragmento rocoso ha intrigado a los investigadores por sus características distintivas.
En la roca se aprecian unas largas marcas (vetas) de sulfato de calcio, así como unas bandas de posible hematita, uno de los minerales que contribuyen al característico color rojizo de Marte. Al examinar a detalle estas bandas de hematita, el Perseverance detectó una docena de círculos blanquecinos con bordes negros, cada uno de ellos de alrededor de un milímetro de ancho, parecidos a las manchas de un leopardo.
Una vez que el instrumento PIXL a bordo del róver marciano analizó la composición química de la muestra rocosa, se descubrió que los bordes negros contenían hierro y fosfato. "Estas manchas son una gran sorpresa", indicó el astrobiólogo David Flannery, quien recalcó que, en nuestro planeta, "este tipo de características en las rocas suelen estar asociadas con el registro fosilizado de microbios que viven en el subsuelo".
En la Tierra, estas manchas se originan por reacciones químicas que tiñen de blanco a las rocas sedimentarias de hematita roja, aunque también producen círculos negros de hierro y fosfato. Según la NASA, estas reacciones también pueden ser una fuente de energía de la que pueden alimentarse los microorganismos.
Una roca desconcertante
El científico Ken Farley asegura que esta roca es la "más desconcertante, compleja y potencialmente importante que Perseverance ha investigado hasta ahora", y existen interrogantes sobre cómo se formó. Los investigadores sugieren que la roca era inicialmente lodo con compuestos orgánicos, y que adquirió las vetas y manchas de sulfato de calcio cuando el agua ingresó a sus fisuras.
Sin embargo, la presencia de olivino (un mineral que se forma en el magma) en las manchas de las vetas de sulfato de calcio terminó por confundir más a los científicos, ya que también se preguntan si el olivino y el sulfato de calcio pudieron haberse introducido en la roca por una reacción química en un período en que la región se calentó a una temperatura incompatible con la vida. Para responder a estas preguntas, dice Farley, es necesario traer a la Tierra la roca para que sea analizada en laboratorios.
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