El príncipe Guillermo, heredero al trono británico, decidió no revelar cuál es el monto de dinero que paga en concepto de impuestos por sus ingresos privados, lo que marca una diferencia respecto a la costumbre del rey Carlos III.
De acuerdo con medios locales, la finca del Ducado de Cornualles, del príncipe de Gales, heredado de la fallecida monarca Isabel II, generó unos beneficios de 23,6 millones de libras esterlinas (unos 30,3 millones de dólares) en el último año fiscal, por lo que Guillermo debería pagar el impuesto sobre la renta en base al monto total, descontando los gastos de mantenimiento del lugar, que tampoco han sido revelados.
Esta decisión difiere de lo realizado por el rey cuando era príncipe de Gales, ya que en ese momento publicó la cantidad de dinero que pagaba en concepto de impuestos cada año. En 2022, último año en el que Carlos ejerció como príncipe de Gales y duque de Cornualles, pagó de manera voluntaria 5,9 millones de libras (aproximadamente 7,5 millones de dólares) en impuestos sobre la renta.
Por una exención de la que goza el Ducado de Cornualles, el príncipe de Gales no está legalmente obligado a pagar el impuesto sobre la renta o el impuesto de sociedades, por lo que los pagos los realiza de manera voluntaria. Esta práctica fue adoptada por Carlos, quien comenzó a abonarlos de manera voluntaria en 1993.
Pese a que no se hacen públicos los pagos de Guillermo, desde el Palacio de Kensington aseguraron que estaba pagando el nivel "apropiado" de impuestos sobre la renta. Ante la consulta acerca de la falta de transparencia, respondieron que por el momento decidieron manejarse de esta manera y que se reflejaba "lo que se requería".