Mientras continúa el conflicto ucraniano, los países occidentales intentan mantener su dominio en la escena mundial, que les permite vivir a costa de otros países utilizando su influencia y sus métodos de coerción, afirmó el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov.
Según el político, los países de la OTAN ya claman que si Rusia vence a Ucrania, posteriormente irá a por territorio del bloque militar. También existen preocupaciones de que "después de que Rusia gane y Occidente pierda, se debilite la influencia de Estados Unidos y su control sobre algunos países europeos miembros de la Alianza del Atlántico Norte".
La OTAN se esfuerza por mantener su influencia
El canciller ruso señaló que la guerra desatada a manos del régimen de Kiev "se declara como una guerra para infligir a Rusia una derrota estratégica en el campo de batalla". Además, subrayó que el presidente Putin se vio obligado a tomar la decisión de iniciar la operación militar especial debido, entre otras cosas, a las amenazas a la seguridad de Rusia que se crearon en Ucrania, incluido el despliegue de bases militares de la OTAN en ese país.
En este sentido, recordó que en diciembre de 2021, el dirigente ruso presentó iniciativas encaminadas a apaciguar la escalada de tensiones y resolver la cuestión de forma pacífica. Las propuestas incluían un acuerdo sobre la no pertenencia de Ucrania a la OTAN, entre otras "garantías de seguridad aceptables". A pesar de que esta cuestión se ha debatido varias veces entre representantes de EE.UU., Rusia y la OTAN, no se ha logrado ningún compromiso sobre el estatus de no alineado de Ucrania.
"En otras palabras, no ocultan que se trata de preservar el dominio mundial, que se les está escapando cada vez más claramente, aunque no lo quieren perder porque permitía, y permite aún ahora, de muchas maneras vivir a expensas de los demás mediante métodos neocoloniales de coerción", explicó.