Media docena de nadadores surcoreanos decidieron abandonar la Villa Olímpica de los Juegos Olímpicos de París y se trasladaron a un hotel cerca del lugar de la competencia.
Chong Chang-hoon, presidente de la Federación Coreana de Natación (KSF), citado por medios locales, afirmó que seis atletas, que se preparan para la competición de relevo libre masculino de 4x200 metros se mudaron tras quejarse de las condiciones del transporte.
Uno de ellos, Kim Woo-min, denunció que en una ocasión las ventanas del autobús de los atletas estaban cerradas con cinta adhesiva, a pesar de que no había aire acondicionado y las temperaturas eran altas.
Otro nadador, Hwang Sun-woo, comparó al autobús con "un sauna". "Hace más frío fuera que dentro del autobús", continuó. "Las ventanas estaban selladas con cinta adhesiva, probablemente porque están preocupados por los ataques terroristas. Pero hay que hacer algo", explicó.
Asimismo, se quejó de que el transporte asignado se demora más de lo normal en el traslado. "Normalmente se tarda entre 40 y 45 minutos desde la Villa Olímpica hasta el estadio, pero hoy nos llevó más de una hora y media", señaló Hwang.
Ante las quejas, la KSF decidió ayudar a los atletas y los trasladó a un hotel, en el cual permanecerán hasta el próximo martes. "Solo queremos asegurarnos de que estén al menos un poco más cómodos", dijo Chong.