El servicio en la nube de la compañía Microsoft se vio afectado el martes por otra interrupción, semanas después de que un enorme apagón informático afectara a mediados de julio a bancos, aeropuertos y millones de dispositivos con Windows en todo el mundo.
"Es posible que los usuarios no puedan acceder a algunos servicios de Microsoft 365", anunció el gigante tecnológico en su página oficial. "Los usuarios que puedan acceder a los servicios de Microsoft 365 afectados podrían experimentar latencia o un rendimiento reducido de las funciones", añadió.
"Actualmente estamos investigando problemas de acceso y rendimiento degradado con múltiples servicios y características de Microsoft 365", escribió la empresa tecnológica en su página de X. "Hemos aplicado medidas de mitigación y redirigido las solicitudes de los usuarios para brindar alivio. Estamos monitoreando el servicio para confirmar la resolución", agregó.
Asimismo, la actualización más reciente de la plataforma de computación en la nube Azure de Microsoft señaló que los problemas comenzaron a las 11:45 UTC, cuando "un subconjunto de clientes pudo haber experimentado problemas para conectarse a los servicios de Microsoft a nivel mundial".
Sin embargo, la empresa asegura que el problema ya está solucionándose. "Hemos implementado un cambio en la configuración de red y algunos servicios de Microsoft 365 realizaron conmutaciones por error a rutas de red alternativas para brindar alivio. La telemetría de monitoreo muestra una mejora en la disponibilidad del servicio y seguimos monitoreando para garantizar una recuperación completa", reza el comunicado.
"La mayor interrupción de la historia"
El pasado 19 de julio, una serie de servicios informáticos han sufrido problemas en varias partes del mundo, en un error global que varios expertos en seguridad calificaron como "la mayor interrupción de tecnología de la información de la historia". El problema afectó a una serie de empresas mediáticas, entre ellas Microsoft, así como a distintos bancos, servicios de trenes y compañías aéreas, algunas de las cuales se vieron obligadas a retrasar sus vuelos en distintos países, por ejemplo, EE.UU. y España.
La avería se produjo debido a un incidente con la empresa de ciberseguridad CrowdStrike, que más tarde explicó que la causa del apagón había sido una fallida actualización de 'software'.