Jordan Goudreau, un exboina verde estadounidense conocido por haber organizado en mayo de 2020 una incursión paramilitar anfibia para derrocar al presidente venezolano, Nicolás Maduro, fue arrestado en Nueva York (EE.UU.) bajo cargos relacionados con el tráfico de armas.
De acuerdo con una acusación del distrito de Tampa referida por AP, Goudreau y su socia venezolana Yacsy Álvarez violaron leyes federales locales, al haber ensamblado y enviado a Colombia fusiles AR-15, lentes de visión nocturna, municiones y otros pertrechos bélicos, sin la licencia de exportación correspondiente.
El exmarine enfrenta 14 cargos que incluyen conspiración, contrabando de bienes desde EE.UU. y posesión ilegal de un arma. Se encuentra encarcelado en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn.
La acusación de 22 páginas contiene mensajes de texto entre los acusados en los que se revelan detalles de la operación fallida, las coordinaciones que realizaron para adquirir las armas y un entramado de transferencias de dinero, así como constancias de vuelos internacionales y compras.
Gustavo-García Montes, abogado del exmilitar, aseguró que su cliente es inocente de lo que se le imputa aunque declinó ofrecer detalles, al tiempo que uno de los abogados de Álvarez, Christopher Kerr, dijo a AP que ella "está buscando asilo en EE.UU.", país en el que reside con varios de sus familiares y planea declararse inocente de los señalamientos.
La Operación Gedeón
Goudreau saltó a la palestra pública cuando se atribuyó la responsabilidad de haber organizado, a través de su empresa SilverCorp, una operación paramilitar con militares desertores venezolanos entrenados en campos clandestinos de Colombia cuyo objetivo era derrocar a Maduro.
Esta acción, dijo, estaba destinada a "proteger la democracia" en el país suramericano y se desarrolló tras haber suscrito un contrato con el exdiputado Juan Guaidó, entonces autoproclamado presidente interino.
Por estos hechos, las autoridades de Venezuela apresaron a sus compatriotas y líderes en el terreno, Luke Denman y Airan Berry. Sus confesiones corroboraron lo dicho por Goudreau y por ello recibieron una condena de 20 años de cárcel, aunque fueron liberados en diciembre pasado como parte de un acuerdo de canje de prisioneros entre Caracas y Washington.