Alrededor del 45 % de los casos de demencia podrían prevenirse o retrasarse abordando 14 factores de riesgo modificables desde la infancia y a lo largo de la vida, lo que supone un posible alivio ante el inevitable aumento de personas que padecen esta enfermedad, según un nuevo informe publicado por la revista The Lancet.
Basándose en los últimos datos disponibles, el nuevo informe añade dos nuevos factores de riesgo que se asocian al 9 % de los casos de demencia: el 7 % corresponde a un nivel elevado de colesterol en torno a los 40 años y el 2 % se atribuye a la pérdida de visión no tratada en edades avanzadas.
Estos factores de riesgo se suman a los 12 identificados previamente por la Comisión Lancet en el reporte de 2020, que están relacionados con casi el 40 % de los casos de demencia: menor nivel educativo, discapacidad auditiva, hipertensión, tabaquismo, obesidad, depresión, inactividad física, diabetes, consumo excesivo de alcohol, traumatismo craneoencefálico, contaminación atmosférica y aislamiento social.
El nuevo informe estima que los factores de riesgo asociados con la mayor proporción de casos de demencia en la población mundial son la discapacidad auditiva y el colesterol elevado, con un 7 % cada uno, seguidos por una menor educación en los primeros años de vida y el aislamiento social a la edad madura, con un 5 % cada uno.
La comisión, compuesta por 27 expertos del mundo en esta enfermedad, pide a los gobiernos que sean ambiciosos a la hora de abordar los riesgos de demencia a lo largo de la vida, alegando que cuanto antes se traten y se reduzcan los niveles de factores de riesgo, mejor. Asimismo, el informe esboza un conjunto de políticas y cambios en el estilo de vida para ayudar a prevenir y gestionar la demencia.