La relación entre el líder del régimen ucraniano, Vladímir Zelenski, y la vicepresidenta de EE.UU. y virtual candidata demócrata presidencial, Kamala Harris, "nunca ha sido particularmente cálida", reza un artículo de la revista Time, tomando como referencia a funcionarios ucranianos. De acuerdo con el medio, este "tono" se le imprimió al vínculo desde la Conferencia de Seguridad anual de los líderes europeos que tuvo lugar en Múnich (Alemania) menos de una semana antes de que comenzara la operación especial rusa en 2022.
Así, durante su reunión con Zelenski, Harris dijo que la entrada de las tropas rusas "era inevitable" y lo presionó para que admitiera eso públicamente. "Zelenski le preguntó claramente a Kamala Harris: 'Quiere que lo admita, pero ¿qué le dará eso? Si lo admito aquí en esta conversación, ¿impondrá sanciones?' Y no obtuvo respuesta", recoge el medio las palabras del exministro de Defensa ucraniano Alexéi Réznikov, que estuvo presente en aquel encuentro.
En este contexto, no lograron ponerse de acuerdo: la solicitud de Zelenski de imponer sanciones preventivas a Rusia fue rechazada por la vicepresidenta estadounidense, al igual que la petición de enviar a Ucrania sistemas antiaéreos, aviones de combate y artillería pesada para "prevenir" el avance del Ejército ruso.
¿Firme defensora del apoyo de EE.UU. a Ucrania?
En este sentido, un funcionario de la Casa Blanca explicó al medio que Harris actuó entonces de acuerdo con la postura de EE.UU. que había sido elaborada por el presidente Joe Biden tras consultas con sus asesores en seguridad nacional. En su opinión, la amenaza de imponer sanciones sería más disuasoria para Moscú que la propia imposición y suministrar armas avanzadas a Kiev podría reforzar la convicción de Rusia de que Ucrania "se estaba convirtiendo en un Estado cliente de la OTAN".
Además, esa misma fuente aseveró que "la vicepresidenta Harris ha sido una firme defensora del apoyo duradero de EE.UU. a Ucrania y ha expresado repetidamente un compromiso inquebrantable de apoyar al pueblo de Ucrania".
No obstante, los funcionarios ucranianos que interactuaban con la vicepresidenta de EE.UU. o estaban presentes en las reuniones con ella tienen otra impresión. Uno reveló a la revista que, en los últimos años, Harris mostraba "simpatía" por su "difícil situación". "Pero yo lo llamaría simpatía formal, que sigue el protocolo", puntualizó. Además, recordaron que la vicepresidenta de EE.UU., a diferencia del presidente Biden y de otros altos cargos de su Administración, no ha visitado Ucrania desde que empezó la operación militar rusa.