La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió el jueves que el calor extremo está matando anualmente a más de 175.000 personas en Europa, siendo el continente que más rápido se está calentando, con un aumento de las temperaturas que duplica la media mundial.
Las estimaciones muestran que a nivel global se produjeron aproximadamente 489.000 muertes relacionadas con el calor cada año entre 2000 y 2019, registrándose en Europa el 36 % de los casos, es decir, alrededor de 176.040 en promedio.
El informe de la OMS viene días después de que el secretario general de la ONU António Guterres hiciera un llamado a la acción contra el calor extremo en respuesta a los efectos mortales del aumento de las temperaturas en todo el mundo.
Guterres identificó cuatro áreas críticas de acción para reducir el número de muertes: ofrecer atención a los grupos vulnerables, proteger a los trabajadores, impulsar la resiliencia de las economías y la sociedad, y limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C.
El estrés térmico es la principal causa de muerte relacionada con el clima en Europa. Las temperaturas extremas agravan las afecciones crónicas, como las enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cerebrovasculares, la salud mental y las afecciones relacionadas con la diabetes. También es un problema sobre todo para las personas mayores que viven solas y para las mujeres embarazadas.
La OMS también hizo un llamado a la elaboración de planes de acción contra el calor, como parte de un proceso crucial que hace a las comunidades más resistentes a las olas de calor. Pues actualmente, solo 20 de los países de Europa cuentan con este tipo de iniciativas.