Este domingo, el Reino Unido sigue sumergido en los disturbios que se iniciaron tras el apuñalamiento de varios menores en una escuela de danza en la localidad inglesa de Southport.
Concretamente, los disturbios comenzaron luego de que la Policía detuviera a Axel Rudakubana, el joven de 17 años sospechoso de haber atacado el lunes en la clase de baile y matado a tres niñas de 6, 7 y 9 años. Las protestas se propagaron cuando se difundió en Internet información falsa sobre su identidad, asegurando que se trataba de un refugiado que había llegado en una patera al país. Por su parte, la Policía declaró que Rudakubana es, en realidad, oriundo de Gales nacido en una familia de inmigrantes ruandeses.
Se ha detenido esta jornada a al menos 100 personas en Inglaterra e Irlanda del Norte, concretamente en Londres, Hartlepool, Bristol, Belfast, Southport, Hull, Stoke-on-Trent y Liverpool, y se han presentado algunos cargos, informan medios locales.
Entre otras cosas, la Policía se enfrentó a escenas de desórdenes violentos frente a un hotel Holiday Inn Express en Rotherham, en el que se cree que se alojan solicitantes de asilo. Así, los manifestantes causaron destrozos, rompieron ventanas y arrojaron objetos. Al menos un agente resultó herido.
Por su parte, el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, afirmó que puede "garantizar" que los alborotadores "lamentarán haber participado en este desorden", al tiempo que condenó el ataque contra el hotel y tachó la acción de "matonismo de extrema derecha".
Mientras, más de 300 personas comenzaron a marchar por Middlesbrough. Llevaban una pancarta que decía: "Tom Jones es galés, Axel Rudakubana no lo es" y coreaban "Queremos que nos devuelvan nuestro país" mientras recorrían el centro de la ciudad.
En este contexto, el Ministerio del Interior británico anunció un nuevo plan de seguridad por el que las mezquitas pueden solicitar personal de "respuesta rápida" para su protección.
A su vez, el ex primer ministro del Reino Unido Rishi Sunak expresó que las protestas "no tienen nada que ver con la tragedia de Southport". "Se trata de un comportamiento violento y delictivo que no tiene cabida en nuestra sociedad. La Policía cuenta con todo nuestro apoyo para hacer frente a estos delincuentes con rapidez y deben enfrentarse a todo el peso de la ley", escribió en su cuenta de X.
Un factor clave en la propagación de desinformación en las redes fue el permiso de Elon Musk para que activistas de extrema derecha, como Tommy Robinson, volvieran a la plataforma X, explicó Joe Mulhall, director de investigación de la organización antifascista Hope not Hate, citado por The Guardian.