Teherán no quiere una grave escalada en Oriente Medio, pero insiste en que Israel debe ser castigado por sus acciones en la región, declaró este lunes el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Nasser Kanaani, citado por Reuters.
"Irán busca establecer la estabilidad en la región, pero esto solo se conseguirá con el castigo al agresor y la creación de disuasión contra el aventurerismo del régimen sionista", manifestó el vocero en medio del aumento de las tensiones tras el asesinato del líder político de Hamás, Ismaíl Haniya.
Previamente, el nuevo ministro de Exteriores de Irán, Ali Bagheri, aseveró que el asesinato de Haniya representa "un acto contra todas las normas del derecho y las costumbres internacionales", así como "una violación de la seguridad y la estabilidad regional e internacional". En este sentido, denunció que esta acción violó la integridad territorial y la soberanía nacional de Irán, "lo que hace aún más necesaria una respuesta decisiva a este crimen".
Tras el asesinato del líder del movimiento palestino en su residencia en Teherán, el presidente iraní, Masoud Pezeshkian, prometió que "hará que los terroristas ocupantes se arrepientan" de su muerte. Por su parte, el pasado sábado, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) manifestó que el país hebreo "recibirá resueltamente la respuesta a este crimen" y que "será un 'castigo severo' en el momento, lugar y calidad adecuados".