Capo que inundó de droga Washington sale de prisión bajo supervisión en EE.UU.
Un excapo de la droga estadounidense ha sido trasladado a un centro de reinserción social en la ciudad de Nashville, después de haber pasado 35 años en prisión, y está previsto que recobre su libertad el próximo año, informa el periódico The Washington Post (WP).
Según un comunicado de la Oficina Federal de Prisiones de EE.UU. (BOP, por sus siglas en inglés), Rayful Edmond III se encuentra en "confinamiento comunitario" desde el pasado 31 de julio, bajo la supervisión de la Oficina de Gestión de Reingreso Residencial de la ciudad de Nashville. Esto significa que Edmond, de 59 años, se encuentra en confinamiento domiciliario en un centro de reinserción residencial o en un hogar de paso.
Notorious D.C. drug kingpin Rayful Edmond III has been transferred to community confinement in Nashville.Edmonds was serving a life sentence without parole on federal drug charges after pleading guilty in D.C. in 1989 @fox5dchttps://t.co/bwabqjpvkepic.twitter.com/Yr19qrrNjo
— Sylvia Mphofe (@SylviaMphofeTV) August 1, 2024
Por razones de privacidad y seguridad, las autoridades se negaron a revelar su ubicación exacta. Teniendo en cuenta la zona que está bajo la supervisión de la Oficina de Nashville, Edmond estaría en alguno de los centros de transición de los estados de Kentucky y Tennessee. Según precisó la BOP, su fecha de liberación está proyectada para el 8 de noviembre de 2025.
"Rey de la cocaína"
Edmond fue arrestado a finales de la década de 1980, acusado de dirigir una organización criminal que movió miles de kilos de cocaína entre 1987 y 1989 en las calles de Washington D.C., donde controló hasta el 30 % de ese mercado, detalla el Departamento de Justicia. Se estima que en esos años el "rey de la cocaína" de Washington, como lo describe WP, llegó a contrabandear más de 700 kilos al mes y recaudó alrededor de dos millones de dólares por semana.
Cocaine Kingpin Rayful Edmond III Granted A Sentence Reductionhttps://t.co/QFFVmDXmKGpic.twitter.com/Suae5hOQBL
— Baller Alert 🚨 (@balleralert) February 24, 2021
En aquel entonces, el tráfico de sustancias como el 'crack' desencadenó disputas entre bandas callejeras y provocó un drástico aumento en la cifra anual de homicidios en Washington, apodada como la "capital estadounidense del asesinato". Aunque Edmond nunca fue declarado culpable de ningún delito violento, su estructura delictiva estuvo vinculada a una treintena de homicidios. Finalmente, recibió cadena perpetua en 1990 sin posibilidad de libertad condicional. En 1997, obtuvo un condena adicional de 30 años de prisión por operar una red de tráfico de drogas mientras se encontraba recluido en la penitenciaría estadounidense de Lewisburg, en Pensilvania, de acuerdo con el portal Pennlive.
De gánster a informante
Edmond intentó durante años obtener una reducción de sentencia. Así, comenzó a cooperar con las autoridades testificando en otros casos de narcotráfico, proporcionando información sobre investigaciones sin resolver y participando en operaciones encubiertas. Con su ayuda se logró incautar estupefacientes y dinero del tráfico, y condenar a al menos 100 personas, recoge el canal NBC.
Los fiscales federales subrayan que también enseñó a las autoridades penitenciarias cómo prevenir el tráfico dentro de las cárceles. Como resultado, la BOP renovó por completo el sistema telefónico de los reclusos después de enterarse, gracias a él, que muchos usaban las llamadas con fines delictivos porque sabían que la mayoría no era monitoreada.
A cambio, en 2019, fiscales federales de Washington D.C. pidieron a un juez modificar la sentencia de cadena perpetua de Edmond a 40 años de cárcel, quien dijo estar "muy arrepentido" y se disculpó por la ola de violencia y drogadicción que había fomentado. En 2021, el juez Emmet Sullivan redujo su pena a 20 años, argumentando que, si bien Edmond había destruido la vida de "muchas personas", la "magnitud incomparable" de su cooperación justificaba una recompensa significativa.
En ese momento, Edmond llevaba casi 32 años tras las rejas. No obstante, tenía pendiente los 30 años de la segunda condena. Sus abogados pidieron a un juez de Pensilvania conmutar la pena y cubrirla con el tiempo adicional que había cumplido de su sentencia modificada. Los esfuerzos dieron frutos y en 2022 su sentencia se redujo dos veces.